En una colección con los tiempos tan medidos como en esta, hasta los números de transición o que sirven de preámbulos a momentos climáticos se revelan como importantes para conocer a los personajes implicados y el mundo que les rodea.
“Hogar dulce hogar… lejos del hogar”
Tal es el caso de este Ultimate Spider-Man #18, que significa la vuelta de Peter a Nueva York tras unos meses viviendo en una autocaravana junto a los suyos escondiéndose de las alargadas manos de Kingpin. Pero como hemos visto en los últimos números, la guerra contra los Seis Siniestros es ya inevitable y este capítulo mira a la cara a la inminente batalla.
De una parte, por lo ya comentado, la vuelta de Peter a la ciudad, acompañado nada menos que de Harry Osborn, quien en el capítulo anterior le reveló a los Parker que seguía vivito y coleando. Quién se habría imaginado que Spiderman acabaría haciendo team-up con el Duende Verde… y con Mysterio. No olvidemos a Gwen, que está jugando sus cartas para convertirse de facto en la lideresa del club de los Mysterios.
Y en estos nos debemos detener también, porque Hickam y Checchetto ponen rostro a la quinta y última de las personas que forman parte del mismo, cercando más si cabe el círculo en torno a Kingpin. La máxima de “mantén a tus aliados cerca y a tus enemigos aún más cerca” se la han tomado de una manera muy literal los Mysterio. Con esta revelación Hickman ha presentado ya a los contendientes de una guerra que si bien hasta ahora se había desarrollado entre las sombras, está a punto de entrar en una fase.
Y para eso es importante situar todas las piezas en su lugar correspondiente… y es ahí donde cobran importancia Richard y Felicia. Uno se revela tan ingenuo como su padre y otra toma buena nota de su contrapartida original. Será interesante ver cómo evoluciona esta relación con una gata tan sinuosa.
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