Con motivo de la conmemoración de la muerte de Michael Jackson, Alexandro Tunnerman nos trae su obra Michael Jackson «controversia o fascinación». Una mezcla entre documental y cortometraje en el que a través de los ojos de tres estudiantes intentaremos alejarnos del mito de Michael Jackson y también y de sus polémicos problemas con la justicia y adentrarnos en la persona que había tras el escenario.
Respuesta: Un artista que me dejaba con la boca abierta. Una persona interesante a nivel humano, por toda su bondad, sensibilidad, ingenuidad, y pureza… me dejaba perplejo. A su vez, un maestro, como ejemplo de autodestrucción. Es la víctima de una sociedad cruel e injusta. Un alma atormentada. Un niño al que le robaron sus dibujos, empujándolo a subirse a un escenario donde descubrió una visión para la que no estaba preparado. Un árbol que creció torcido y, adulto, ya jamás pudo enderezarse.
P: ¿Cómo viviste el día de su muerte? ¿Tu reacción fue similar a la de los personajes del documental?
R: Viví su muerte con absoluta sorpresa. La noticia me llegó mientras me afeitaba como una broma que no creí, pero que lamentablemente, se me confirmó al encender el teléfono y encontrar varios mensajes. Muchos sabían de mi devoción. Conocían mi perplejidad por cómo había pasado Michael los últimos años. Intuían mi añoranza de saber de él, y fueron testigos de la inquietud que albergaba en cuanto a su regreso, teniendo en cuenta que ya había cumplido cincuenta años.
Después del shock, derramé lágrimas visionando los documentales que repasaban su trayectoria profesional, reviviendo sensaciones vitales en las que Michael tenía mucho que ver. Yo lo admiré durante muchos años. Y llegué a dudar de su honestidad, respecto a las acusaciones, distanciándome de él sin llegar a claudicar. Me mantuve escéptico. Llegué a rechazarlo, porque en los últimos videoclips, ni siquiera podía mirarlo. Me molestaba su imagen caricaturesca. Pero le debo tanto, que me sentí en la necesidad de comprender y, luego, al igual que los personajes del documental, en la obligación de compartir los hallazgos con el público en general, fans y detractores, sobre todo éstos últimos.
Para ello, se focaliza en tres aspectos, partiendo del dilema: pedófilo o Peter Pan; excéntrico o demasiado excepcional; astuto o absolutamente ingenuo.
P: ¿Qué dificultades has encontrado para llevar a cabo tu proyecto?
R: El deseo de evitar problemas legales por derechos de imagen, sin duda ha limitado el proyecto. No utilizo su imagen directa. Esa es mi estrategia, incluso la imagen del póster publicitario y la página web es un Micahel Jackson «tratado». Es decir, visto por nosotros, con nuestro estilo, mediante nuestros ojos. La imagen es una interpretación de la propia figura del rey del pop. Si hubiera tenido una imagen de Michael en pijama o saliendo de la ducha… creo que la hubiera utilizado para señalar que: «Te lo vamos a mostrar como nunca antes lo has visto«. La dificultad está en dar algo nuevo. En este sentido, el desafío consistía en no repetir la fórmula: no entronarlo más, ni tampoco destronar a Michael Jackson de su pedestal. El énfasis ha sido humanizar al mito. Será el espectador quien tenga la última palabra, pero después de ciertas reflexiones a las que invito. A cada uno le corresponde alcanzar una conclusión. Por nuestra parte, invitamos a ponerse en la piel del «hombre», buscando, tanto la empatía como la difícil identificación con un ser tan insólito… porque a Michael Jackson era imposible confundirlo con el hijo de un vecino.
R: Tenía una ayudante de dirección, un director de fotografía, un responsable de sonido directo, el cámara… pero me quedé solo el primer día. En la época de entrega de trabajos final de carrera, todos los estudiantes están liadísimos, yo mismo, consciente del dicho popular que afirma con justa sabiduría «el que mucho abarca poco aprieta» decliné colaborar en las tareas de producción del cortometraje en 35 milímetros para que el proyecto no se resintiera, y, una compañera me trató prácticamente de asesino en un email acusándome de dar prioridad a «mis temas importantes»… pero uno debe ser fiel a sí mismo y tener claras sus metas. No me arrepiento. Soy de los que se crecen con las dificultades y me descubro como un hombre orquesta, polivalente y autodidacta, pero hablando de limitaciones… lo mío son las personas, no las máquinas y, durante el montaje, solicité ayuda a mis compañeros, sin embargo, me han dado la espalda, ¿están dolidos por mi ausencia? Creo que hay poca solidaridad en un tipo de trabajo que necesita realizarse en equipo, sumando talentos, siendo flexibles y constructivos, con la intención de aportar soluciones y nunca más problemas.
Otro anécdota es contarte que inicialmente realicé el casting teniendo como premisa que los actores hablaban inglés perfectamente, necesitaba que tuvieran facilidad para la traducción in situ. La idea era que después de cada toma, repetíamos exactamente el mismo movimiento, pero en inglés. Llegué a seleccionar algunos miembros del equipo artístico por su nivel de inglés, compensaban su extraño castellano con la otra versión que se colgaría en Internet para de esta forma llegar a todo el planeta. Sin embargo… nos hemos quedado únicamente con el mundo latinoamericano.
Por otro lado, creo que la anécdota más significativa me llega en este preciso instante con la idea que me asalta… realizar la versión teatral. Voy a consultarlo con la almohada.
P: ¿Puedes decirnos algunas de tus influencias como autor y creador?
R: Senderos de gloria de Kubrick, Caballero sin espada de Capra, Sed de mal de Welles.
P: A la hora de realizar este proyecto, ¿te has sentido intimidado al tratar de una persona que ha existido (nada más y nada menos que Michael Jackson), y no de un personaje ficción? ¿Qué tipo de reacciones esperas ver en público?
R: Me gustaría acceder a la empatía del espectador con la persona de Michael, sobre todo por parte de aquellos que lo juzgaron prematuramente. La grandeza del artista Michael Jackson no puede discutirse, está más que probada y contrastada, pero, ¿qué hay del ser humano que se ocultaba? A menudo afirmó «Quiero volverme invisible«. Y quiso desaparecer en Neverland… se atrevió a recrear su propio mundo soñado hasta que lo condenaron por llevarlo tan lejos; por cierto, qué lástima no poder convertir el lugar en museo como Graceland, en Memphis, todavía hoy el santuario de Elvis Presley.
Sabes… anhelo conseguir que el espectador cruce una línea y permanezca en otra dimensión, sobre todo a los que lo juzgaron, a ellos ansío poner entre la espada y la pared a partir de datos veraces aceptados mundialmente. Mi intención es encender un debate rico y plural que replantee temas. Analizar desde nuevas perspectiva sin temor alguno, porque Michael también era una persona como nosotros que tenía que sentarse en el inodoro y sacarse una muela si le dolía. Hay que quitarle el velo de misterio y verlo como una persona al alcance de la mano, con sus errores y sus carencias. Así lo he hecho yo, y ello me ha permitido ser todavía más objetivo y franco. No me he dejado impresionar ni deslumbrar por los destellos que una vez ubicados en el plano más cotidiano, no dejan de ser fuegos artificiales.
El telón ha descendido, estamos en el camerino, se fueron los aplausos y se apagaron los focos y nos quitamos juntos el maquillaje porque muchos de los que hemos hablado sobre él en diversas ocasiones, también llevábamos disfraces. Adiós a la hipocresía. Reconozcamos los méritos con honestidad. Le hubieran dado el premio Nobel de no ser por la primera (falsa) acusación. Pero la gran mayoría, preferimos mirar a otro lado por aquello de la comodidad. Era más fácil condenarlo que molestarse en indagar. Además, estaba de moda hacer leña del árbol caído.
P: ¿Temes que haya quien piense que es algo oportunista hacer un documental de Michael Jackson en el aniversario de su muerte?
R: Es, precisamente porque se cumple un año del fallecimiento que hago lo que hago. Justamente, por la oportunidad de revisar su papel en la historia. Durante las próximas semanas en que la gente hablará, necesito que tengan más datos. La retrospectiva del tiempo nos proporciona una nueva lectura y quiero aportar mi tesis, mi testimonio, mis impresiones e inquietudes.
Todo autor busca que su proyecto tenga una cierta audiencia y, Michael Jackson, tiene sus adeptos e incondicionales a los que voy a mostrarles aspectos desconocidos. Presento al hombre, lejos del mito. Por otro lado, no he hecho más que gastar dinero, y se colgará en Internet para uso y disfrute del que lo desee gratuitamente.
R: Se ha confeccionado un largometraje de ficción documental, creo que se les llama Mokumentari. Los tres personajes son una parte de mi mismo, Fernando, es el emotivo, el que siente profundamente pero desde una lectura crítica. Morgan es más racional, sabe bastante de todo, como una Wikipedia andante, intentando mantenerse coherente en todo momento. Luego está Tito, que con cierta pasividad, va adentrándose en una dimensión que desconocía, llegando a comprenderlo, comprometiéndose, hasta crear un vínculo que antes no existía (es el único que hace un viaje interior).
También he querido retratar al compañero indiferente, que se molesta cuando pierde la complicidad con sus compañeros de piso, sin embargo, podía haberse implicado, pero suele mantener una actitud despreciativa.
Además tenemos un espontáneo que refleja aquellas personas que tiene su propia opinión y que la argumentan, a los que hay que respetar, aún sin compartir sus ideas.
Luego está el catedrático, que abarca el mundo de todos aquellos que se niegan a bajar la guardia para debatir, atrincherados detrás de sus escudos, sin ningún interés en acercar posiciones por temor a tener que reconocerle algún mérito a Michael, más allá del éxito de Thriller (incuestionable).
Pero también está dibujada la hipocresía, representando a tantas personas que dicen blanco y hacen negro, porque a Laura de la Maza, en su posición de catedrática, le toca jugar un papel negativo de acuerdo a su jefe Don Rodolfo, pero a nivel personal, simpatiza con Michael y con la aventura de los chicos.
P: En tu proyecto, los personajes expresan continuamente sus opiniones sobre Michael, ¿has intentado equilibrar de alguna forma las opiniones para evitar así alguna inclinación o buscas posicionarte frente a la confusión presente entorno a la persona de Michael?
R: El desafío del proyecto era que no sonara a discurso o conferencia. Obviamente, es un guión en exceso literario, donde los personajes son absolutamente planos, no suceden grandes acontecimientos en sus vidas, era la única manera de no opacar al verdadero protagonista que es Michael. Oscar Oliva (Fernando), Sebastián Montecino (Tito), Alfonso Morales (Morgan), están forzados a realizar únicamente de hilo conductor a través de una historia simple: presentar el material que constituye el documental para que la universidad lo financie. Es la excusa perfecta para hablar y hablar entorno a aspectos clave de la vida de Michael a modo de Making off. El propósito es comunicar los descubrimientos. He sumado un dato aquí y otro dato allá, todos contrastados, llegando a conclusiones, por lo que entiendo que el proyecto es un tributo a los fans que necesiten entender qué ha pasado con Michael… ¿por qué era como era? ¿qué individuo se ocultaba detrás del monigote?
P: ¿Qué nueva luz arroja este documental sobre un tema tan recurrente como el de Michael Jackson? ¿Qué novedad ofreces en tu proyecto? ¿Por qué deberíamos verlo?
R: No repite lo que ya sabemos. No salen las canciones que ya conocemos. Ni fragmentos de sus videoclips clásicos. No se habla de sus éxitos, se le presenta desnudo. Apelamos a su naturaleza, intentando alcanzar su verdadera esencia, cosa que ningún otro trabajo o medio de comunicación se ha esforzado en hacer al punto que a mí, como fan, me satisfaga suficientemente. Por ello he necesitado aportar mi granito de arena.
Más que luz, considero que logro variar el punto de vista al abrir puertas cerradas. Tal vez se modifiquen ciertas actitudes. Es un trabajo de pedagogía. Un poner el punto sobre la í.
Creo que la gente debería de verlo porque lo he realizado yo (contiene mi alma).
R: Llevo con Michael 31 años. He leído y visto y escuchado todo lo relacionado con él; biografías, entrevistas, documentales, noticias. Creo que hay mucha información, pero también creo que no está toda la información. Como explicarte… están los datos, pero son fríos, están tratados desde la distancia. Yo me he metido en la piel de Michael. Intento que el espectador haga lo mismo, al menos, obligo a reflexionar otorgando la posibilidad de evitar continuar ingiriendo un material caduco eternamente promocionado, por ejemplo, lo maltrataron y explotaron, pero… ¿cómo se sentía él? ¿Cuáles eran las consecuencias? ¿Sufría? ¿Era feliz?
Aprovecho para denunciar la injusticia cometida, cosa que él no puede hacer ya… incluso me autoflagelo públicamente porque yo llegué a creerme que era un pedófilo. Lo abandoné como muchos. Lo traicioné. Los medios me convencieron. Me dejé manipular. No le ofrecí un voto de confianza porque, la primera vez, se lo pasé, subía al escenario y me dejaba sin habla, oía su música y brincaba del sofá, su fuerza era sumamente potente pero amo a los niños, la pureza, la ingenuidad, la alegría y sinceridad de esa etapa y, si le había hecho daño a un niño… si mentía… porque la segunda acusación parecía no albergar dudas… en fin, que lo condenaron durante dos años de espectáculo mediático para absolverlo de todas las acusaciones. Hay que poner las piezas en su lugar.
El documental al que te refieres, lo menciono de pasada, únicamente para señalar que el chico que sale (Gavin Arvizo), debería estar muerto y, sin embargo, gracias al bálsamo, al magnetismo de Michael, está presente en la cinta y no muerto. Martin supo sacarle a Lady Di su infidelidad. Juega sucio. Se gana la confianza de las personas a las que entrevista y después les clava el puñal en la espalda. Es bueno manipulando imágenes. Es una muestra de prensa amarilla en plan documental. Prefiero a Michael Moore, con todo lo grotesco y grandilocuente, porque cumple una función social. Lloré con Sicko (el de la salud).
P: ¿Cómo has hecho para poder utilizar los temas de Michael en el documental? ¿Prevees tener algún problema con la SGAE?
R: He trabajado con Federico G. Mas. Estábamos preparando los temas de donde está Candea, largometraje que rodaré en agosto. Le pedí unos arreglos musicales en base a temas de segundo orden, apenas el estribillo. Este producto audiovisual no está concebido para recaudar, no hay ánimo de lucro. Considero a Michael Jackson patrimonio de la humanidad, al igual que lo son John Fitgerald Kennedy, Martin Luther King, Ghandi, la madre Teresa de Calcuta, y otras grandes figuras que han proporcionado un legado.
Espero no tener que lidiar con la SGAE.
R: Uno que hubiera escrito yo, partiendo de la canción Man in the Mirror en el que se alternarían imágenes del niño Michael cantando Ben con imágenes del Michael adulto en la época de Of The Wall mirándose de pequeño en la pantalla, volviendo otra vez al niño de voz angelical interpretando I`ll Be There, insertando a continuación imágenes de Michael en la época de Thriller viéndose tal y como era antes, otra vez el niño encantador ABC, más imágenes de Michael en la época de Bad que observa intentando encontrar al niño que fue, las imágenes darían un salto hasta el año 2001, cuando se reunió con sus hermanos y nadie hubiera podido jurar que ese cruce entre bambi y un extraterrestre tenía algo que ver con los Jackson. La canción habla de la necesidad del cambio, y él, es el mejor exponente de un cambio permanente, pero yo creo en la mejora, cambiar es fantástico, pero para mejorar, nunca cambiar por cambiar. Él se llegó a desfigurar. ¿Se miraba él en el espejo? ¿Qué sentía cuando se veía? ¿Por qué siguió operándose?…
P: ¿Qué consejos les dirías a tus compañeros de profesión para realizar un proyecto con muy poco dinero y escasez de medios? R: Nuestro trabajo debe partir de la vocación sincera. Es una profesión que entiendo como una carrera de fondo y nunca una carrera de velocidad. Cada proyecto consiste en una serie de obstáculos que hay que aprender a sortear, saltar, jamás evitarlos y, en caso de caerse, hay que levantarse con suma rapidez. Se consigue gracias al motor que es la ilusión que te empuja desde atrás orientándote hacia la meta. Estoy convencido que cuando crees en lo que estás haciendo, cuando haces lo que siente adentro y nunca lo que «se debe» o lo denominado como «correcto»… sino aquello que dicta tu alma encendida de pasión, no puedes dejar de seguir adelante hasta el objetivo. Cuando haces lo que te gusta, antes o después, terminan por salirte las cosas bien. Tiene que ver con la magia. Otros pueden llamarlo destino. O suerte.
Un ejemplo bastante gráfico, por lo mencionado de los obstáculos: a la hora de montar, yo podía haberme puesto a llorar, pero me dije: «Esto es lo que tengo y con esto es con lo que voy a trabajar». Ni un solo instante para lamentarse. No hay peor enemigo que uno mismo. Hay que trabajar en positivo, sin engañarte, consciente de la realidad y de tus propias limitaciones, pero con grandes dosis de optimismo y entusiasmo (soy un soñador que materializa sus sueños, ¡ah! y un idealista). Que se podía haber hecho mejor, por supuesto. Pero te pones a planificar el rodaje, a organizar los recursos disponibles, a quererlo tener todo perfecto y piensas en conseguir esto y lo otro y… pues que terminas por no haber hecho nada porque te ha pillado el toro del calendario.
Este era un proyecto con cuenta atrás, quiero decir que se concibió para ser colgado en Internet el día de su primer aniversario de fallecido (25 de junio). Yo tenía la necesidad de realizarlo (se lo debo a Michael). Se ha rodado en apenas cinco días y medio, sin equipo técnico, con dinamismo, variando mil cosas en la localización, incluso variando repentinamente la localización. ¿Consejo? Yo prefiero arrepentirme de haber hecho algo que arrepentirme de no haberlo hecho, porque en la acción de realizar, de crear, de construir ese algo, siempre se aprende una valiosa lección de vida.
P: ¿Cómo ves el panorama audiovisual en este momento?
R: Caótico. Incierto. Pero si Godard salió a las calles… hoy que disponemos de medios técnicos al alcance de un particular, sería un crimen no hacer una película si de verdad tienes algo que decir y quieres compartirlo con los demás. Aprovecho para señalar que existe demasiada producción mediocre basada en los efectos especiales, no estoy animando a generar más material audiovisual del tipo el anécdota de mis vacaciones de verano. Personalmente me inclino por un entretenimiento que alimente el alma.
El documental Michael Jackson «controversia o fascinación» podrá verse en Barcelona en la Sala 1 del cine Alexandra, Ramblas número 90 Metro Diagonal (Barcelona) el viernes 18 de junio (12 horas del mediodía) y el sábado 19 y domingo 20 (a las 12 horas del mediodía). También estará disponible en Internet.
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