Se considera «cineplasta» porque dice que sólo sabe hablar de cine. Siempre es un placer escuchar a tipos tan inteligentes como Santiago A. Zannou. Un director de potencial inabarcable que ya va por su cuarta película, la que nos ocupa en la entrevista, titulada Alacrán enamorado. El cine social convertido en un espectacular retrato de boxeadores y neonazis es el resultado de la adaptación de la novela homónima de Carlos Bardem.
Hablamos con Zannou sobre su trabajo alimón con el mayor de los Bardem, sobre el boxeo, sobre las injusticias y el racismo y claro, sobre perdedores. Pero este tipo, con el que quedamos para charlar otro día más detenidamente en Malasaña, nos da, sobre todo, una gran lección de cine.
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