Buen Perro

Buen Perro: Un viaje hacia cualquier hogar

Buen Perro

«Los perros necesitan pertenecer a algún lugar«

 

Morder un hueso, estirar las patas o asustar a un gato puede ser suficiente recompensa para cualquier perro, o al menos eso pensamos. Pero, ¿realmente es lo que desean?

 

A esta pregunta intenta responder Iván, un perro callejero que recorre las avenidas en busca de un bocado que sacie su hambre. Un saco de pulgas que desconoce la voz de un amo y las caricias sobre el lomo, ansiando descubrir lo que es tener un «jefe» y poder así olvidarse de su soledad.

 

Estas ideas rondan por la mente de nuestro protagonista hasta que un buen día se cruza con un grupo de perros, los cuales han decidido vivir en libertad, ser salvajes, sin dueños. La jauría está comandada por Shasa, un orgulloso can de ascendencia lupina que ha determinado que los perros deben vivir en estado salvaje sin que los humanos establezcan las directrices a seguir, es decir que la Manada sea el único camino. Con este conflicto entre la vida doméstica y tranquila pero dependiente, y la insegura lucha por la libertad comienza la historia de Buen Perro, donde los propios mamíferos serán los protagonistas y quienes defiendan sus diferentes posturas a viva voz en contraposición con los amos, que por supuesto no pueden oírles.

 

Graham Chaffee escribe y dibuja una historia de una increíble soledad pero con un toque de ternura, casi invisible, pero palpable. Con diálogos breves y concisos que nos permite conocer una diversidad de ideas, que cada personaje aportará acompañados de unas impactantes imágenes de una ciudad casi desierta en la que se respira un vacío infinito. Hablamos de una narración en la que predomina el silencio, los espacios abiertos y deshabitados, que a muchos les podrá recordar a artistas pictóricos como Edward Hopper o Giorgio de Chirico. La obra estará en todo momento impregnada por una ambiente similar al de los años 50 en Estados Unidos, en la que no faltarán detalles tan claros de esa época como mujeres con vestidos largos, cafeterías, coches antiguos o gasolineras con ciertos aires retro-futuristas.

 

Buen Perro

 

Todo ello representado con un estilo de apariencia antigua donde no falta ningún detalle, aunque en principio los perros estén dibujados con cierto aire cómico para que puedan representar sentimientos humanos con mayor facilidad. Ello no impedirá que estemos ante una novela gráfica que impresiona por lo sencilla que es y que aún así, no permite apartar la mirada de sus viñetas.

 

Ciertamente, el estilo gráfico de Graham Chaffee en este tebeo puede recordarnos a las historietas clásicas norteamericanas como Archie o Snoopy, por su trazo sencillo o por los personajes diseñados como caricaturas en vez de ser puramente realistas. También puede producirnos ese sentimiento en sus escenarios con múltiples descampados y vallas de madera a medio pintar. Pero sin duda nos hallamos ante un estilo propio y quizás único que el autor ha configurado a su modo, lo cual hace que hablemos de un artista que pueda resultar complicado catalogar. Quizás podría recordarnos a autores alternativos norteamericanos de la talla de Jason Lutes (Berlín) o Art Spiegelman (Maus).

 

Tatuador de profesión y con residencia en Hollywood, Graham Chaffee vuelve a trabajar como dibujante tras debutar con sus obras The Big Wheels (1993) y The Most Important Thing and Other Stories (1995), actualmente no publicadas en España. Teniendo todo esto en cuenta, Ediciones la Cúpula vuelve a apostar por autores alternativos y de gran talento. En una edición en cartoné, 104 páginas, en blanco y negro, y por 14 euros en la mayoría de las librerías.

 

 

Buen Perro pretende plantear preguntas en lugar de darnos respuestas, y una de estas grandes cuestiones es que todos sabemos que el perro es el mejor amigo del hombre, pero, ¿lo es el hombre del perro?

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