Para bien o para mal, depende del punto de vista, el cómic (al igual que otros cientos de medios) ha abierto sus puertas a todo tipo de propuestas que responden, teóricamente, a la demanda de todo tipo de público. Las redes sociales se han convertido en un centro clave para impulsar las carreras de nuevos ilustradores y dibujantes, ya que en una cuenta de instagram pueden actualizar su portfolio de trabajo al minuto.

Anastasia Bengoechea es una de estas artistas que se ha ganado a sus seguidores y su éxito a través de Instagram, sus ilustraciones son pequeños gags (herederos directos de las tiras cómicas) que con mucho sarcasmo parodian elementos de la cultura cotidiana, frases tipo, la sociedad contemporánea o la bipolaridad emocional de su generación. La cúpula ha lanzado un volumen en formato bolsillo que recopila muchas de sus ilustraciones.

La autora entra perfectamente en ese grupo de personas que se hacen llamar «Generación Millenial» que, con mucho humor negro, parodian cada cosa que viven, hacen humor de lo que no debe hacerse y tardan 5 minutos en hacer un meme con la foto de cualquier político o famoso en una situación comprometida, pero lo más característico es la autocompasión que arrastra en cada viñeta. Consciente de sus problemas y de lo que debe a la sociedad la autora parodia y juega con sentimientos como la culpa o la pseudodepresión para hacer humor.

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Con un humor muy cínico, se ríe de ella misma y, al fin y al cabo, de toda la juventud porque todo corresponde al pensamiento colectivo de twitter (aunque la propia dibujante reniegue en una viñeta de esta red social). El dibujo es sencillo, muy cercano al garabato, ya que lo que importa es el contenido y no la forma; sí que es cierto que en muchas ocasiones se hubiera agradecido un poco más de precisión en el trazo porque el aspecto general del libro deja bastante que desear.