El próximo martes 9 de octubre (apenas una semana después que en Estados Unidos) Calle 13 estrena en nuestro país la última apuesta de la ABC: 666 Park Avenue. La serie, que pretende seguir la estela de éxito que ha dejado tras de sí American Horror Story, se nos presenta con Terry O’Quinn (Perdidos, Hawaii 5.0) como el siniestro propietario de un antiguo y lujoso inmueble neoyorkino. Gavin Doran (como se llama su personaje) se encargará a lo largo de la serie de conceder a los inquilinos de The Drake sus más oscuros secretos… Pero todo deseo tiene un precio, y el precio que exige Gavin es el alma humana.

Terror, intrigas, ambiciones, deseo… David Wilcox, creador de esta serie y guionista de Fringe (entre otras), ha logrado suavizar el tono de AHS sin que por ello este produzco parezca menos lúgubre y le ha añadido un buen puñado de historias entrelazadas y un toque de maquinaciones políticas que pueden hacerle mucho bien al conseguir que, al menos con el episodio piloto, tenga un ambiente único.

Gavin (Terry O’Quinn) y Olivia Doran (Vanessa Williams) en una escena de la serie

666 Park Avenue se basa en la novela homónima de Gabriella Pierce (aunque en ella es la mujer de Gavin quien tiene mayor protagonismo) y en ABC tienen tan seguro su éxito que la van a poner a competir con El Mentalista y la emitirán justo después de una de sus series estrella: Revenge. No es para menos. Cuando uno termina de ver el primer episodio se queda con ganas de más, de mucho más. Las maldades de Gavin no se limitan a su edificio y pueden dar mucho juego con el personaje de Dave Annable (Cinco Hermanos) quien, además de ser el nuevo encargado de mantenimiento del edificio, hace sus pinitos en el ayuntamiento. También se nos comienzan a insinuar tramas subidas de tono con las guapísimas Rachel Taylor (La hora Más Oscura), novia en la serie de Annable, y Alexis Blume (Helena Mattsson, Iron Man 2), una seductora vecina que podría hacer perder la cabeza a Brian Leonard (Robert Buckley, One Tree Hill), el «Shakespeare del edificio«. Por no hablar de los misterios que oculta el propio edificio, el papel de Nona Clark (¿puede acaso ver el futuro?)…

El reparto de la serie es, sin duda, uno de sus pilares más fuertes. Todos recordamos a Terry O’Quinn por el ambiguo y, sin embargo, carismático personaje de John Locke en Perdidos; recientemente también le pudimos ver en Hawaii 5.0 haciendo las veces de un militar en apariencia bondadoso, pero guardián de peligrosos secretos. Ahora abandona sus papeles a dos bandas para hacer de malo malísimo, pero no puede evitar seguir mostrando esa sonrisa suya que nos hace confiarnos antes de descargar el mazazo. A su lado tenemos a Vanessa Williams en su primer papel tras el fin de Mujeres Desesperadas. Williams encaja a la perfección con O’Quinn, cuando están juntos casi podemos oír los engranajes de sus cerebros maquinando, y funciona con tal clase y elegancia en solitario que, por qué negarlo, es un valor seguro para la serie. Tan poderosa es la mera presencia de estos dos actores que, y este es el único punto negativo, en ocasiones olvidamos que no son los protagonistas.

Resumiendo. En octubre llega a España una apuesta muy interesante por el terror «para todos». 666 Park Avenue muestra una mezcla muy inteligente de misterio, drama, miedo y tensión. Esperemos que triunfe.