El veterano director Gonzalo Suárez ha sido designado por la Academia de Cine como el Goya de Honor de la edición 2026 de los galardones del cine español. Suárez recibirá el reconocimiento en Barcelona, ciudad en la que realizó sus primeras películas, por «una trayectoria desde la que ha desarrollado una filmografía sorprendente, en la que ha experimentado con todos los géneros y desde todas las actitudes, y que ha contribuido a convertirle en un hombre clave en la cultura española de los últimos sesenta años«.
“Me alegra mucho este premio porque abarca toda mi obra, aunque siento añoranza de que no me pille haciendo cine. Me gustaría volver a decir ‘acción’ y ‘corten’ porque el cine es acción”, manifiesta este polifacético profesional que recibió el Goya a Mejor Dirección por Remando al viento en 1989.
La Junta Directiva de la Academia ha decidido, por unanimidad, otorgar este premio honorífico al veterano cineasta asturiano por “una trayectoria desde la que ha desarrollado una filmografía sorprendente, en la que ha experimentado con todos los géneros y desde todas las actitudes, habiendo rodado cine experimental, cine comercial y adaptaciones literarias propias y ajenas. Hombre clave en la cultura española de los últimos sesenta años, es, además, un referente indudable de inteligencia y sentido del humor”.
El cortometraje Alas de tiniebla y el mediometraje El sueño de Malinche, son los últimos trabajos profesionales de Gonzalo Suárez, que cuenta con una filmografía en la que la experimentación y la narración se dan la mano en los más de 20 largometrajes que ha firmado. «Salvo alguna excepción, no he vuelto a ver mis películas. Si volviera a empezar, haría lo mismo: inventar el cine o tratar de inventarlo y acabaría, pues como lo he hecho» –se ríe. «Para mí, el tiempo ha sido siempre la gran incógnita: es un flash que es la vida entera y tratar de capturarlo, bien sea con gestos que luego quedan, con momentos, o con luz, es un desafío. Y esto es lo que más me apetece del cine y lo que más recuerdo de determinadas películas», reconoce.
La aventura, el ir más allá, ha marcado la vida de Gonzalo Suárez. “La aventura de no saber dónde iba y así me fue, llegué a donde no iba”, apostilla el creador, quien destaca que el cine “está más en manos de las plataformas que de los productores de antaño que yo añoro como Emiliano Piedra. Eran productores para los que las películas eran parte de sí mismos, ponían el ánimo y la fuerza en un largometraje, y lo compartían sin restarme libertad”.
Guarda un recuerdo “extraordinario” de la Barcelona de los sesenta, donde empezó con el periodismo, la literatura y el cine. “Enseguida me sentí muy acogido” en la ciudad en la que recogerá el Goya de Honor, momento para el que no ha pensado en ningún discurso. “Prefiero conectarme con la situación y decir lo que siento en ese momento”, expone el cineasta, que sí tiene claro dónde colocará la estatuilla. “En un lugar prominente de mi casa”.
Fuente: Academia de Cine

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