Super 8 no necesita un gran primer fin de semana para resultar rentable. O al menos así lo afirman desde Paramount, que comparan la película con otros grandes estrenos de este verano recalcando que esta ha costado significativamente menos dinero (unos 25-30 millones de dólares de los que se esperan sacar 50 millones en las taquillas norteamericanas)

Este movimiento por parte de Paramount trata de calmar un poco los ánimos de los aficionados al cine, que no pueden esperar para ver en qué termina la colaboración entre dos grandes de la ciencia ficción como son JJ Abrams y Steven Spielberg. Además, Super 8 bebe de dos fuentes de éxito que Paramount no parece cansarse de explotar: Por un lado se trata de una cinta de extraterrestres que no muestra al alienígena claramente (al menos en el trailer), como ya pasó con Monstruoso, del propio Abrams. Por el otro se une a una serie de películas de «bajo» presupuesto que han creado grandes expectativas y han arrasado en taquilla, como Valor de Ley (hizo unos 25 millones el fin de semana de su estreno para luego arrasar en medio mundo) o la más reciente Bridesmaids (La boda de mi Mejor Amiga), que ha costado 32 millones y va camino de los 107 en taquilla antes de llegar a Europa.

Spielberg y Abrams.