Tras sobrevivir al fin del mundo (del que hablaremos en inminentes fechas) nuestro querido y amistoso vecino se vuelve a ver las caras con el Lagarto en el arco arco argumental de este nº 75 de la colección arácnida. Una historia completa (más el Annual nº 39) que hace del presente tomo una compra casi obligada tanto para seguidores de Spider-Man como para lectores ocasionales.
Una abierta recomendación por tratarse de una historia autoconclusiva (aún teniendo referencias a y relación con hechos acaecidos en aventuras anteriores y obviando el epílogo post-Lagarto) que no necesita demasiada contextualización porque ¿quién no conoce al Dr. Connors?, y por el tratamiento que reciben este mismo y su alter ego reptiliano. Sin pudor alguno me atrevo a decir que se trata de uno de los villanos mejor construidos de los últimos tiempos. La psicosis del personaje está llevada al límite, dejando claro que es capaz de cualquier cosa, nada que ver con charlatanes como Buitre o megalómanos como Octopus. El Lagarto se mueve por puro instinto, el odio y la sed de sangre corrompen la cordura de un villano que incluso hacen dudar a Spider-Man (y todo lector) del sentido y veracidad de sus motivaciones. Hechos que hasta ahora eran entendidos de una forma dejan la puerta abierta a posibles y perversas lecturas que no hacen sino ahondar en el drama que envuelve la vida de Peter Parker.
Este tono violento se traslada a los dibujos de Giuseppe Camuncoli marcados por retratar unos ojos (en muchos de los protagonistas de este arco titulado Sin vuelta atrás) que parecen idos, incrédulos; y por algunas escenas que no hacen concesiones, más propias de lecturas para un público adulto.
La consecuencia más inmediata de todo esto es que el pobre Spider-Man no puede permitirse hacer gala de su sentido del humor. Aspecto este (el humor) que tampoco desaparece, sino que se vuelve más sutil y retorcido, no se aprecia tanto en los diálogos como en los dibujos. Hay que mantener los ojos bien abiertos.
La conclusión refuerza las ideas sobre la identidad, las responsabilidades y una pregunta ¿quién es el monstruo? Todas ellas rondan a lo largo de la lectura y acaban confluyendo en una página que debe mucho a producciones como Más allá del límite. Y los amigos del spoiler podrán extrapolar y meditar sobre el fondo de la escena.
Acompañando a esta estupenda historia tenemos ¿Spiderquién?, un annual escrito por Brian Reed que se adentra en la faceta más fantástica del héroe, explorando nuevas realidades alternativas (como hemos podido leer recientemente gracias a Slott o a John Layman) que vuelve a enfatizar en la importancia de Peter Parker sobre la de Spider-Man y en qué es lo que lo convierte en héroe.
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