Concluye aquí la revisión más sangrienta y adulta del mutante de las garras de adamantium por Jason Starr.

«A veces la parte más difícil de pelear es no pelear«

Llega a su fin la sangrienta revisión que ha hecho Jason Starr del personaje de Lobezno. Tras hacerle huir por un Japón plagado de recuerdos borrosos y lanzarle de cabeza a una Los Angeles rebosante de corrupción, el guionista lleva a Lobezno a Las Vegas para hacerle luchar en una batalla en la que sus garras de poca ayuda le van a valer. Así, el hombre perdido del primer tomo y el guerrero del segundo dan paso a un animal furioso y encadenado que se gana la vida en jaulas de lucha extrema (¿os acordáis de esa primera escena de la X-Men de Bryan Singer?) mientras trata de seguir investigando los detalles de su pasado que aún se escapan a su torturada mente.

La historia que Starr nos propone en este volumen se divide en dos partes. Una primera que ahonda en los sentimientos de este hombre perdido y una segunda que marca el camino a seguir en el futuro por el mutante una vez dejados atrás los recuerdos más dolorosos del pasado. Las Vegas es el escenario de la muerte de un Lobezno y la resurrección de otro, con unos objetivos distintos a los que han movido a este personaje durante los últimos quince volúmenes norteamericanos de la serie. ¿Habrá más Lobezno MAX en el All-New Marvel Now!? Quién sabe. Lo cierto es que Starr ha dejado el campo abonado para una serie de historias bien distintas a lo que estamos acostumbrados a encontrarnos por Marvel y este Lobezno, salvaje y sin arrepentimientos, puede aún dar mucho de sí.

«Sus palabras no cambian lo que soy, ni resucitan a la gente cuyas vidas he destruido«

La primera mitad de este Lobezno MAX, que cuenta con la «estrella invitada» Madre Noche (socia clásica de Cráneo Rojo), hace a Logan combatir en la única clase de batalla en la que sus músculos no importan pero, quizás, para la que más se ha preparado un tipo con el cerebro destrozado después de tantos golpes y regeneraciones. Dicho de otro modo, un Lobezno hipnotizado y cuyo rumbo se ha perdido deberá lograr escapar de las trampas mentales que se le han tendido antes de continuar con su viaje hacia atrás en el tiempo. Esta parte de la historia, quizás menos brillante que las demás, nos descubre algunas de las debilidades del protagonista, pero también nos muestra la voluntad inquebrantable de un personaje que no sólo es capaz de curarse de cualquier herida, sino que se levanta tras cada mazazo que la vida le dispensa.

Mucho más interesante es la segunda parte de este cómic. Liberado al fin del bloqueo mental al que estaba sometido, Logan al fin encontrará la siguiente pista acerca de su pasado. Lo fascinante de esta historia no es la resolución del misterio (o de parte de él, porque Starr se asegura de dejar las suficientes semillas para nuevas historias como para que babeemos un rato), sino las decisiones que el personaje toma una vez llegado a este punto. Aquí es donde Jason Starr se marca una divergencia importante con el resto del universo Marvel y aquí es donde comenzamos a descubrir a un nuevo personaje que emerge del revoltijo de sangre y vísceras que dejó el anterior. Sí, aquí, al final del cómic. Qué injusto.

«Quizás hoy sea mi día de suerte«

Lo cierto es que se continúe o no la historia de Lobezno MAX, Jason Starr ya ha logrado un gran hito con su trabajo para La Casa de las Ideas. La deconstrucción y reconstrucción de un personaje tan icónico como este demuestra que la regeneración de cualquier personaje es posible si uno cuenta con el guión correcto con el que contarla. Bien cierto es también que, aunque ahora es imposible con los mutantes cinematográficos a punto de luchar contra Apocalipsis, esta historia en tres partes de Logan sería un guión alucinante para una película que (por fin) le haría algo de justicia al personaje creado por Len Wein y John Romita (senior) en 1974.

Jock vuelve a firmar un trabajo implecable con sus portadas mientras que los artistas que colaboran con Starr dentro del cómic se muestran un tanto más irregulares si bien nunca dejan desatendido a un cómic cuya oscuridad, sangre y suciedad convencen a los ojos más expertos. Panini, además, ha tenido a bien acompañar a este último tomo por una breve pero interesante galería de bocetos e imágenes nunca utilizadas que harán las delicias de los amantes del mutante de las garras de adamantium.