«Creo en la adaptación. Podría decirse que es mi religión«

Escuchaba el otro día por la radio a un político afirmar que, aunque actualmente gobierne la izquierda en España, es la derecha la que ejerce el verdadero poder, a través de la industria, los medios y la banca. Quizás sean esas palabras muy gruesas para describir la realidad y quizás sea muy tendencioso escudarse en este tipo de excusas para justificar según que cosas, pero lo cierto es que no deja esta afirmación de remarcar una realidad mucho más que palpable. La economía (con sus muchos y variados lobbys) es la que ejerce el poder en la sombra de la totalidad de los estados capitalistas-neoliberales. Hasta el punto de que, cuando Trump salió elegido como presidente, por ejemplo, la principal reacción del mundo para quitarle hierro al asunto fue la de decir que «las grandes empresas no le dejarán hacer muchas de las cosas que ha prometido«. No le dejarán, lo subrayo para remarcar su increíble importancia: dábamos por hecho que el gran poder de dichas compañías ataría en corto al presidente de la primera potencia mundial.

Por lo tanto, no es la derecha la que ostenta el poder en la sombra, ni la izquierda. Es un entramado muy complejo en el que sobresalen las principales corporaciones mundiales, los gobernantes de los países más influyentes y, en definitiva, todos los actores que buscan la supervivencia de un sistema económico que necesita de la desgracia de algunos para la prosperidad del resto. Se puede adornar la historia con mucha morralla, pero en un sentido amplio, así es como funciona el mundo en el que vivimos. Lo  peor -o lo mejor- es que todos conocemos las reglas y decidimos participar de este juego.

«Eso es casi un insulto«

Y precisamente de esto es de lo que habla Jonathan Hickman en el tercer número de la Patrulla X que nos trae Panini. De que los mutantes deciden en esta nueva etapa que a la humanidad, esa que les teme y les odia, no se la puede ganar siendo mejor que ellos. Se les ha de ganar jugando según sus reglas. Así que dicho y hecho: Xavier y los suyos han montado un imperio económico que ha cristalizado en una nación independiente. Lo que los humanos temen ahora de los mutantes no son sus poderes o su supuesta superioridad moral, sino su músculo financiero. Krakoa se ha convertido en la fuente de una serie de medicamentos y productos químicos de los que otros países se han hecho dependientes y esto afecta al viejo equilibrio que muchos han tardado décadas en fabricar alrededor de una serie de industrias e instituciones. ¿Conducirá esto a una guerra? ¿A una nueva Genosha? Sólo el tiempo lo dirá.

Patrulla X #3: Amanecer de X

Personalmente, me gustaría ver los planes de los homo superior funcionar. Me gustaría que la idea de Krakoa se prolongue en el tiempo más allá de esta etapa. Aunque tarde o temprano lleguen los verdaderos conflictos. Me gustaría también ver hacia dónde conduce la actual tensión con los seres humanos. La actual situación de pandemia y el cambio en el equilibrio de poderes entre oriente y occidente le ofrece al guionista y a la Casa de las Ideas una oportunidad única para utilizar este argumento… y para destruirlo todo también y mostrarnos a una humanidad tratando de sobrevivir en un planeta que ya no les ofrece cobijo. Los héroes marvelitas siempre han sido los que mejor reflejan la realidad del día a día contemporáneo. Me muero de ganas por ver cómo se acopla este mundo al de los mutantes de Jonathan Hickman.