El nuevo tomo Marvel Deluxe dedicado a La Patrulla-X sirve de puente entre los últimos coletazos de la etapa nacida tras Dinastía de M y el inicio del último gran crossover mutante hasta la fecha: Complejo de Mesías.

En Dinastía de M, como ya comentamos a colación de nuestro artículo sobre Regénesis, la Bruja Escarlata condenó a los mutantes a la práctica extinción, pues de ser millones en el mundo pasaron a dos centenares, lo que dio lugar a una era en la que se abrazaba un tono más oscuro y trágico. Los mutantes se habían quedado sin futuro.

Con este presente se sucedieron sagas como Supernovas o Ascensión y caída del Imperio Shi’ar que iban explorando las consecuencias del Día M (los hechos ocurridos durante la Dinastía de M, que transcurren durante un día del universo Marvel) y que nos conducen hasta los dos arcos argumentales recogidos en este volumen: Complejo de Mesías: Preludio.

Afrontar este tomo de primeras acarrea ciertas dificultades y para poder comprender cual ha sido la evolución de los acontecimientos hasta el punto en el que arrancan las historias que nos ocupan es recomendable haber echado un ojo a las dos sagas mencionadas en el párrafo anterior, así como X-Treme X-Men, Génesis Mortal y El Colectivo (tres arcos recogidos también por Marvel Deluxe). Esta sería la situación ideal; pero el lector ocasional, conociendo un poco por encima lo sucedido en Dinastía de M no tendrá demasiados problemas para entrar en materia y quedarse con lo importante.

Ahora bien, como ya indica en su título, Preludio, si no se tiene la vista puesta en Complejo de Mesías (de próxima aparición en la misma colección), la compra o lectura de este volumen es una pérdida de tiempo. Y esto es debido a que las tramas que se desarrollan entre sus páginas, por un lado, empiezan en un punto intermedio en la historia mutante (de ahí la recomendación de tirar de biblioteca) y, por otro, enlazan directamente con el ya mencionado crossover. Preludio es, como decía al principio del artículo, un puente.

Hechas las recomendaciones oportunas toca saber qué tenemos entre manos. Preludio contiene dos arcos. El primero, Los extremistas (Uncanny X-Men 487-491), es obra de Ed Brubbaker (guión), el español Salvador Larroca (dibujo) y Jason Keith (color) y presenta a un grupo encabezado por Xavier y Tormenta luchando contra un grupúsculo de Morlocks. El segundo, Cegados por la luz (X-Men 200-204), escrito por Mike Carey y con dibujos de Humberto Ramos y Mike Choi (X-Men 204) tiene a Hombres X como Emma Frost o Coloso con los Merodeadores como amenaza.

El objetivo de todos es el mismo, hacerse con el conocimiento del futuro. Ambos arcos tienen mucho simbolismo religioso (obvio, teniendo en cuenta el título del tomo). Profetas y libros que recogen la verdad son una constante. Más relevante si cabe es el uso que se le da a esas palabras y la crítica que se sustrae de ello. Vivimos en una época convulsa, en la que los conflictos Oriente-Occidente y los radicalismos están a la orden del día. Los mensajes de esperanza y fe que recogen la Biblia o el Corán cobran un peligroso cariz en boca de extremistas que distorsionan la realidad. Tal como es el caso de la historia de Ed Brubbaker y siendo este el punto más interesante de la misma.

Este primer relato tiene un tono más intimista, la fuerza radica en los diálogos, dejando las secuencias de acción (que las tiene) en un segundo término. Su ritmo más pausado le permite indagar en las consecuencias del Día M desde la perspectiva de los Morlocks, con una mirada bastante apocalíptica de la situación. Sin embargo no deja de ser un arco argumental secundario, sin conexión directa con el futuro Complejo de Mesías. Al menos no tan clara como Cegados por la luz, que en su epílogo nos emplaza a continuar la trama en el crossover. Los extremistas tiene su propia conclusión aunque va dejando pequeñas semillas y posiciona a algunos de los personajes de cara al evento.

En el segundo arco, Cegados por la luz, lo que predomina es la acción. La narración es mucho más veloz, con hasta tres frentes abiertos al mismo tiempo, lo que en algunos momentos provoca cierto estado de confusión ante lo que está pasando en las páginas que tenemos delante. Ocurren muchas cosas, en muy poco tiempo y (esta es la clave) de forma abrupta. Ello sin embargo no es impedimento para disfrutar de la historia y de unas batallas con Bala de Cañón y Hombre de Hielo como grandes protagonistas.

A nivel gráfico, como siempre, todo está en el gusto de cada uno, pero sí es de halagar el tino de Marvel a la hora de asignar a uno u otro dibujante a cada historia. El realismo que le imprime Larroca a sus creaciones le viene como anillo al dedo al tono más serio y reflexivo que persigue Los extremista. Mientras, el estilo más plástico del mexicano Humberto Ramos, con una clara influencia del manga, enfatiza la sensación de agilidad de la segunda historia y personajes como Hombre de Hielo encuentran en su trazo un perfecto aliado para desarrollar sus poderes.

Preludio, aún pudiéndose leer de forma individual, deja un regusto de insatisfacción, o de ansiedad por conocer más. Depende de cómo se mire el vaso. Pero como complemento a Complejo de Mesías (clave para entender como se ha llegado a Vengadores Vs. Patrulla-X), es altamente recomendable.