Novena, y última entrega, de esta saga de Star Wars. Al final del número anterior nos deja en ascuas acerca de la relación entre Zayne Carrick, padawan obligado a actuar como un verdadero Jedi garante de la paz debido a las circunstancias personales y cuya relación con la fuerza es cuanto menos curiosa, y la enigmática Jarael, una luchadora que en los últimos números parece haber descubierto cierta conexión con la fuerza. En este número, nos enganchará desde el principio. Es el momento de las explicaciones.
¿Qué secretos esconden cada uno de los personajes de la trama? ¿Qué ha pasado con Demagol, el carnicero?¿Qué hay en el fondo entre Jarael y Rohlan Dyre, aliado mandaloriano del grupo?¿Cuál es el papel de Gryph, timador Snivviano, y Slyssk en esta historia? Todas estas preguntas se explican, por fin, en este número en el que todos parecen tener algo que mostrar y mucho que esconder.
Todo esto lo descubrimos de manos de John Jackson Miller, guionista consagrado de Star Wars además de haber participado y haber dado vida a historias del millonario y playboy, Tony Stark (Iron Man) así como guionista de cómics de The Simpsons. Con una carrera y un amplio currículum como el suyo no podíamos esperar menos en cuanto a la historia. No vendría mal incluso que antes de leer este último número echáramos un vistazo a los tomos anteriores, ya que todos los personajes, parecen estar insertos en una tela de araña, desde la misma Coruscant hasta el Borde Exterior, mientras nos enganchan las explicaciones, que no se producen mientras viajan por el espacio a velocidad luz, sino que se va desgranando muy poco a poco según se desarrolla la historia final. Es el secreto de un gran guión en manos de un gran guionista.
Y si el guión ya te pide que leas esta serie, no hace menos su trabajo el gran dibujante Briang Ching, ya consagrado en el universo Star Wars con el dibujo en sagas tan conocidas como Star Wars: Imperio, Star Wars: Obsesión, Star Wars: República y Star Wars: Caballeros de la Antigua República, como es el caso que nos ocupa, y portadas en tres de las cuatro sagas mencionadas (excepción de Obsesión). Es curioso también que de entre todos los dibujantes que han colaborado en el dibujo de Star Wars: Caballeros de la Antigua República, haya sido, precisamente Ching, el que ha estado presente en todos los volúmenes, a excepción del cuarto y quinto de esta saga, y que sea el encargado de dibujar el número final… y es que un gran trabajo tiene su recompensa.
La portada y contraportada son de Benjamín Carré, que si bien es cierto que no es muy conocido en el universo Star Wars, está intentando conseguirse un hueco con su trabajo en esta saga, no solo con lo ya mencionado sino también con las portadas interiores de este número y del número anterior.
Por otro lado se echa de menos la existencia de extras como alguna portada más o algún boceto original, dibujo en blanco y negro… algo que nos anime la vista. En cualquier caso, este volumen de 94 páginas frente a las aproximadas 135 – 160 de números anteriores, es un buen final para esta saga, que por otro lado quién sabe si en el futuro guionista, dibujantes y demás equipo se unirán para continuarlo… Y es que, que las dos últimas palabras de la saga sean «otro comienzo» deja a los seguidores del universo Star Wars con ese deseo de saber qué sucederá o cuáles serán las nuevas situaciones de los personajes…
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