Planeta Cómic inicia el curso escolar publicando un nuevo manga de temática yuri que ocupe el hueco dejado por series como Bloom into You, aunque en esta ocasión la apuesta tiene un componente de comedia bastante más marcado. Café Liebe: Yuri is my job! nos presenta a Hime Shiraki, una estudiante de secundaria que tiene como misión en la vida conseguir un marido rico y para ello se esfuerza en mostrar una apariencia adorabilísima con la que engatusar a cualquiera que se cruce por delante. Si muestra una imagen perfecta y encantadora, cumplir su objetivo vital es -según su razonamieto- cuestión de tiempo. Como podéis imaginar, nada nunca es tan sencillo.

«Pues parece ser que… ha funcionado«

Miman, que está a cargo tanto del dibujo como del guion, propone una historia en la que las apariencias no son siempre lo que aparentan y en la que todas las protagonistas ofrecen una imagen diferente a quienes son realmente. Incluso el local donde transcurre gran parte de la acción, el Café Liebe, juega a mostrar una imagen distinta a la del mundo real. La idea es interesante, pero algo arriesgada, como demuestra el propio manga, pues en su ánimo de explorar los conceptos de la imagen proyectada y la real de sus personajes se lía bastante en los primeros capítulos, haciendo que cueste situarse. Un enredo inicial que puede llegar a agobiar (que es exactamente lo que le sucede a Hime), pero que una vez se asienta, funciona con relativa fluidez.

El planteamiento resulta hasta cierto punto sugerente y Miman incluso se aventura a parodiar de forma consciente (y convincente) algunos de los tropos del manga shojo, mostrando una divertida complicidad con su público. Ya sea a través de Hime y sus discutibles motivaciones, o de la peculiar naturaleza del trabajo que hace. La obra cuenta, en este primer tomo, con evidentes aciertos. Ahora bien, el histrionismo de sus protagonistas y los exagerados vaivenes en las dinámicas entre ellas pueden resultar un tanto cargantes. En este sentido, Café Liebe exige aceptar su teatralizada propuesta desde un comienzo. A la mínima duda la diversión se resiente. Eso sí, el cliffhanger con el que se despide el tomo es súper efectivo, digno de la telenovela de moda y que demanda correr a la librería a por los siguientes volúmenes.

Café Liebe es una estimable propuesta, aunque enfocada sobre todo a una audiencia familiarizada con los modos del manga.