Planeta Cómic publica En la noche de los tiempos, adaptación del mangaka Gou Tanabe de uno de los relatos capitales de los Mitos de Cthulhu de H. P. Lovecraft y también uno de sus últimos escritos. 360 páginas encuadernadas en tapa dura en las que Tanabe traslada al de Providence al manga y potencia el terror y desconcierto de este con su particular estilo tan realista en contraposición a la exageración habitual del manga.

«El miedo y la desesperación son malos aliados»

En la noche de los tiempos es un texto denso, pausado, que aborda conceptos tan dispares como las enfermedades mentales, los viajes en el tiempo o la psicología (muy influenciada por las tesis de Freud, coetáneo del escritor norteamericano). Gou Tanabe asume el reto y propone un relato de lo más sugerente, capaz de descorazonar y angustiar como en su día hizo el escrito original.

Adaptar a Lovecraft suele ser complicado, sobre todo si se quiere ser muy fiel al estilo y la prosa original. Es muy fácil quedarse en la superficie distraído por sus inimaginables criaturas ofreciendo manidas historias de monstruos o pecar de densidad y adormilar al respetable mientras lee. Autores como Richard Corben demostraron saber cómo afrontar el universo lovecraftiano sin perder su sello. Otros como Alberto Breccia, también personalísimos, dividen más al público. ¿Y Gou Tanabe? Sin duda se sienta en la mesa de Corben, traslada con criterio la obra de Lovecraft, la hace accesible y deja su impronta.

A lo largo de doce capítulos En la noche de los tiempos narra el caso de un hombre que despierta cinco años después de sufrir un desmayo y descubre que «otra» persona ha vivido ese lustro en su lugar. Su objetivo es desvelar el misterio acerca de ese sorprendente mal para el que nadie parece ser capaz de dar una respuesta definitiva. Sobre todo porque al despertar no cesan de llegarle ensoñaciones y supuestos recuerdos que la lógica dicta de imposibles. La obra aborda la tragedia de este hombre desde un escrupuloso realismo y estructura el misterio como si de una investigación se tratase, dejando para el terreno de los sueños las imágenes fantásticas y más terroríficas.

El terror, por tanto, no viene solo de la vivida imaginación del protagonista, sino de la angustia de no saber con certeza si está todo en su mente o de si se trata de recuerdos reprimidos luchando por salir. Tanabe intercala dichas escenas desconcertantes y pesadillescas -cambiando hasta la composición de las páginas, apostando por viñetas mucho más grandes, incluso a página completa, y minimizando también los textos para que sean las imágenes las que hablen- con el transcurso de la investigación y de los intentos de su protagonista de volver a una cierta normalidad. De esta manera nos hace partícipes del estado mental de su personaje, al que le trastornan esos episodios que no alcanza a comprender del todo, pero que sabe amenazadores. El terror viene del saber del conocimiento incompleto. Por un lado de la frustración de saber que su vida fue robada, pero no el propósito; y por otro, de la certeza de una verdad oculta, terrible y que escapa a nuestra comprensión.

En la noche de los tiempos no es solo una estimable adaptación de la obra de Lovecraft, sino una lectura idónea para acercarse por primera vez a sus terrores cósmicos.