Planeta Cómic nos trae uno de los mangas más esperados por el público español en mucho tiempo. ¿El motivo? Pues que no todos los días podemos presumir de que un autor de casa conquista el país del sol naciente y publica un trabajo pensado para que lo disfruten primero en dicho territorio. Un hito para nuestra cantera de artistas encabezado por Kenny Ruiz, un autor que ya conoce bien las penurias y alegrías del mercado nacional y del francobelga y del que nos mantenemos expectantes por saber cuál será su próximo logro. Mientras tanto, disfrutemos todo lo que podamos de esta aventura titulada Team Phoenix.

«Soy Zafiro, capitana del White Horse. Dejad a esos civiles largarse y venid a por mí«

Se trata, además, de un proyecto muy especial, pues se trata de una suerte de reinterpretación/aglutinación del imaginario de Osamu Tezuka cogiendo personajes de aquí y allá (tales como Zafiro, la princesa caballero, o Kimba, el león blanco) e introduciéndolos en un universo que bien podría estar inspirado en el de Battlestar Galactica con su eterna guerra entre cylons y humanos.

En este contexto de mortal enemistad galáctica, Kenny Ruiz reúne a algunas figuras del maestro Tezuka y las convierte en el Team Phoenix, un grupo de terroristas, piratas o rebeldes (según a quién preguntes) que están a punto de embarcarse en el viaje de sus vidas. Teniendo en cuenta las licencias obvias (y obligadas) por el cambio del contexto de los personajes, resulta encomiable la labor del autor por hacer reconocibles a todos ellos. En ningún momento traiciona el espíritu de las creaciones de Osamu Tezuka y, si lo hace, ni nos damos cuenta. Hay enorme dedicación y cariño por el trabajo.

En este sentido, tanto seguidores del legendario mangaka, como toda aquella mirada novel y curiosa va a disfrutar mucho de este primer volumen. Los protagonistas llaman mucho la atención y el conflicto se presenta sin dobleces. El mangaka conoce bien el género en el que se mueve (ese aroma a space opera es poderoso) y sabe qué teclas tocar para que este primer capítulo resulte llamativo y capte toda nuestra atención. Con suerte, además, conseguirá que alguna de esas miradas neófitas se fije también en el dios del manga.