La plataforma Walk this Way es un site que se encarga de la distribución online de películas europeas que, por su naturaleza, tienen un imposible acceso a las salas comerciales. Cada mes, el catálogo va ampliándose con una amplia selección de títulos de todo tipo de temática y nacionalidad. Con motivo del mes del Orgullo Gay, más especial este año al ser Madrid elegida la capital mundial de esta celebración, el sitio web organizó un evento especial en el bar El paracaidista de Madrid, donde se proyectaron dos películas de temática LGTB: la primera de ella Algo debe romperse, apenas lleva quince días en la plataforma, mientras que Encuentros a media noche fue una especie de complemento a la primera al ser una película de mayor antigüedad.
Algo debe romperse cuenta la historia de una mujer transgénero que empieza a tener relaciones con un chico joven muy seguro de su heterosexualidad, esto transformará a ambos personajes debido a los problemas emocionales del primero y a la inseguridad del segundo. Algo debe romperse es la típica película que uno puede encontrarse en la sección Panorama del Festival de Berlín, una mezcla de cine social con cine de temática LGTB siendo una película muy reivindicativa, especialmente a la hora de normalizar a las personas transgénero, en esta ocasión, desnudando a su protagonista.
Pese a esto, la película tiene sus más y sus menos y, es que, parece que la idea que establece al principio se difumina poco a poco queriendo mostrar sólo el mensaje y sin apenas desarrollar el entorno de los personajes; al principio de la película, el director incide mucho en la compañera de piso de la protagonista (quién parece ser su principal apoyo), pero este personaje se acaba evaporando a la media hora de película y no volvemos a saber nada en todo el metraje. El resto de la cinta se limita a mostrarnos la dura vida de la protagonista y su relación tóxica con este chico, sin dejar nada claro y dando la sensación de que todo está a medias y que hay una pieza exenta en todo esto. Pese a esto, es una película entretenida, que maneja muy bien los tempos y que tampoco desagrada aunque dejará al espectador a medias; aunque, como ya se adelantaba, es muy importante el camino que toma a la hora de visibilizar al colectivo.
Totalmente opuesta es Encuentros a medianoche, una comedia erótica sobre una serie de extraños personajes que esperan en una casa la llegada de todos los invitados a una exótica orgía. La película de Yann Gonzalez es una obra que emula la serie B, inspirada por la estética de The Rocky Horror Picture Show con el humor verde de las películas de Bruce La Bruce, una obra llena de altibajos pero que en su conjunto resulta sexy, subversiva y espontánea. Es cierto que los primeros 40 minutos son geniales, pero el cambio de tono que provoca cierta ruptura en el tono de la película hace que aquello se vaya un poco de madre y que al espectador le cueste un poco reengancharse, aunque el desenlace es también brillante. En definitiva, una película que se ve lastrada por la «originalidad» de su autor, a quién, en cierto momento, parece importarle más la provocación que su propia obra, aunque, de cualquier manera, Encuentros a medianoche es única en su especie.
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