Nos habían convocado a las 9:30 de la mañana en la Plaza de España (Madrid). Allí, un autobús nos recogería a los diez intrépidos periodistas acreditados para llevarnos en presencia de Ángel Plana, uno de los mayores especialistas que hay en nuestro país.
Y con estas, a las 10:30 ya estábamos frente a la nave. Dentro nos encontramos unas botellas de agua y frutos secos para prevenir la fatiga. Chaquetas y bolsos fuera, ya estábamos preparados para convertirnos en especialistas y recrear algunas de las escenas de Fast Five.
«Primero empezaremos con una pelea cuerpo a cuerpo«, dijo Ángel, que por un día dejaba las clases de su escuela para enseñar a los periodistas. Antes, para entrar en situación, disfrutamos del tráiler de la película, recibimos una pequeña clase introductoria e hicimos un pequeño calentamiento.
Por parejas periodista-especialista, aprendimos los movimientos básicos para simular una pelea y que resulte muy visual (para lo que hay que exagerar el recorrido de los golpes) y preparamos una coreografía con ellos.
Exhaustos, llegaba la hora de los disparos. Ángel nos sentó a todos frente a él para darnos una completa explicación sobre seguridad y tipos de armas que se usan. En los rodajes se utiliza armamento real que, eso sí, está trucado para evitar que se pueda usar fuego real.
En el caso de que alguien tuviese la brillante idea de usar balas de verdad, al apretar el gatillo el arma le estallaría en las manos, puesto que las balas no pueden salir por el cañón (que ha sido modificado). En los ensayos, entrenamientos y eventos como éste, se utilizan directamente pistolas de perdigones y réplicas de fogueo.
Cada uno con nuestra arma (en este caso, revólveres), se nos dividió en dos grupos de cinco para simular un tiroteo de los que se pueden ver en Fast Five. Nosotros haríamos de asaltantes y los especialistas estarían defendiendo su posición subidos a unos andamios para caer sobre unas colchonetas al «impacto» de las balas.
Y al grito de «¡acción!» nos metimos, literalmente, en la piel de Vin Diesel, Paul Walker y compañía descargando nuestros tambores sobre «los malos» de la película.
Luego, mientras compartíamos nuestras sensaciones, los alumnos de la escuela apilaban cajas bajo una colchoneta para preparar el plato fuerte de la mañana. Iban a recrear el salto de Vin Diesel desde una fachada en las favelas de Río.
Fotos: DANIEL LOBATO
Con toso expectantes a que Ángel diera la seña, nos situamos alrededor de las cajas para no perder detalle del salto que se disponía a hacer uno de los especialistas. «¡Acción!» gritamos todos al unísono y el especialista saltó desde varios metros para caer sobre la colchoneta y levantarse como si nada.
Un sonoro aplauso dio por finalizada nuestra incursión en el mundo de los especialistas de cine. El autobús nos esperaba a la entrada de la nave para devolvernos a nuestras respectivas redacciones. Y tras la experiencia nos quedamos con las ganas de ver la película, que se estrena el próximo 29 de abril.
Deja un comentario: