Cosmopolis

Cosmopolis: Descenso desde el infierno

Un joven multimillonario decide atravesar Manhattan en su limusina para cortarse el pelo en su barbería preferida, mientras arriesga su fortuna y la de los accionistas que le siguen contra el yen. Además, la ciudad está colapsada por la visita del presidente, por un funeral y numerosas protestas anti-sistema, añadiendo posibilidad de atentado.


David Cronenberg, aún sin ser el de su primera etapa, ésta vez con Cosmopolis ofrece una de esas historias opresivas y malsanas hacia el individuo alienado por la sociedad que tan bien sabe hacer, añadiendo más elementos suyos y reconocibles que en sus últimas tres cintas. Aunque buena culpa de ello sea de la novela de Don Delillo, su marca está tan presente como ya hizo con la adaptación de Crash. Y para ello también ha elegido otra historia arriesgada, pero muy diferente. Ahora el riesgo recae sin duda alguna, en el aguante del espectador. Pues estamos ante una de esas películas que para quien no entre en su hilo y le atraiga, se convertirá en tedio puro.

 

Cosmopolis / Robert Pattinson and Sarah Gadon

 

Con un relato que puede tildarse de actual debido a la crisis, el hándicap para muchos será su extensa verborrea capitalista y económica. Por el contrario, puede que sea lo más acertado e interesante para otros. Sea como fuere, quien acabe su visionado no saldrá indiferente, y eso son puntos a su favor. Un retrato interesante de una sociedad cada vez más cínica, en una caída libre hacia la autodestrucción, y no sólo por los magnates que deciden el destino de todo… Sin olvidar las metáforas más o menos claras presentes en toda la filmografía de Cronenberg, que suelen ser de agradecer.

 

El peso recae sobre el personaje de Robert Pattinson, que demuestra saber actuar y querer alejarse del papel que le dio fama mundial. O eso, o Cronenberg tiene mucha mano con quien se encuentre bajo su batuta. De cualquier forma, Pattinson se defiende bien como protagonista absoluto en la cinta, confiriendo a su personaje, un odioso Eric Packer, la vanidad y el amoralismo que necesita un personaje a punto de sufrir una completa metamorfosis, en busca de una mínima humanización aunque para ello tenga que descender a otro infierno diferente del que se encuentra, cruzando conscientemente los límites con tal de sentir algo más visceral.

 

Cosmopolis / Robert Pattinson

 

El resto del reparto, con una escala de protagonismo que roza lo coral, cumple sin más, pues sus apariciones suelen ser únicas, así que las conversaciones que mantienen con el personaje central es lo que cobra importancia, siendo unas mejores o más interesantes que otras. Básicamente por ello ninguno puede destacar demasiado. Los únicos que repiten varias veces destacables son Kevin Durand como el jefe de seguridad que acompaña a Packer y la hipnótica Sarah Gadon como la nueva mujer por conveniencia del protagonista, importunada por éste siempre que ve ocasión. También destacan entre un reparto secundario menos conocido la incombustible Juliette Binoche, y el sobrevalorado Paul Giamatti, con una escena de veinte minutos.

 

Sobre la banda sonora, como era de esperar de Howard Shore, casa bien con la cada vez más opresiva atmósfera creada por Peter Suschitzky, y ambos parecen haber tomado ideas del trabajo que realizaron en la citada Crash.

 

En resumen: Cosmopolis puede ser por el tema que trata y como es tratado, una película insoportable y vacua para unos, e interesante y crítica con sus conceptos para otros, pero merecedora sin duda de una oportunidad.

 

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