Años de sequía es una buena película. Tiene una buena historia, tiene personajes interesantes y consigue llevar el misterio hasta el final de esta. Pero tiene un pequeño problema. Y ese problema es que es una película que se ha visto ya muchas veces, y eso termina pasándole factura. No es algo que moleste especialmente, pero tampoco consigue innovar en nada de lo que está contando y, posiblemente, muchos espectadores terminen averiguando el misterio antes de tiempo. La cinta, basada en la novela homónima de Jane Harper, nos sitúa en un pequeño pueblo de Australia, en un año donde no ha llovido ningún día y eso está haciendo que la gente comience a ser menos tolerante. En esto, un asesinato ha tenido lugar y hay que investigar qué es lo que ha pasado. Eric Bana, protagonista de la cinta, intentará arrojar luz a un asesinato que parece condenado a quedar en el olvido al igual que otro que tuvo lugar años atrás, cuando él todavía vivía en él.
Lo cierto es que la premisa que lanza la película es bastante buena, con todo el tema de la sequía, los incendios y la imposibilidad de tener una vida normal respecto a ello. Y como hace ese símil con el asesinato del pasado en el rio, cuando el agua no faltaba. Pero quizás lo mejor llevado sea el motivo de la sequía del dinero, de las empresas o personas que viven del agua y tiene que hipotecar su vida a terceros para intentar levantar su vida, su familia o lo poco que tengan. Y es aquí donde entra en acción el llegar a cualquier cosa para salir adelante, desde estafar hasta asesinar. Y la historia gira todo en torno a esto, a una investigación que se dispara en dos sentidos, la del presente y la del pasado, estableciendo pequeñas similitudes y misterios en donde atar cabos, y en donde las primeras impresiones nunca son las buenas, porque se puede estar acusando a gente que no ha tenido nada que ver. Y esto es lo que hace que la cinta tenga interés, por cómo está tratada, pero es una cinta que en el desarrollo recuerda a muchas otras, y eso la lastra un poco.
Pero está bien dirigida y tiene unas buenas interpretaciones, empezando por Eric Bana que consigue cumplir con lo que tiene entre manos. Eric Bana es el investigador en esta película, una investigación donde tendrá que lidiar con el presente, el pasado y, posiblemente, el futuro. Todo gira en torno a él. Sus recuerdos mueven la historia y las interacciones que tiene con los personajes consigue que cada uno vaya avanzando hacía un objetivo. El resto consigue cumplir con creces en su papel de secundarios, pues todo lo lleva Bana. La banda sonora también juega un buen papel dentro de la historia haciendo que nos metamos mucho más dentro de ella.
En definitiva, Años de sequía es una buena película que cumplirá las expectativas de quienes busquen un thriller sólido y bien planteado, pero que puede que eche para atrás a quienes busquen una cinta que innove en algo. Es algo larga, cerca de las dos horas, pero consigue hacer que se pase todo rápido y tenernos metidos dentro de la historia. Así que dadle una oportunidad dentro de una cartelera que cada vez va cogiendo más ritmo.
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