Nuevos Vengadores y Jonathan Hickman desembarcan de la mano en Marvel Now! con una historia de esas que le gustan al autor, secretos, conspiraciones y puertas a mundos paralelos. No, no estamos ante una revisión marvelita de sus Proyectos Manhattan, pero casi. Para iniciar esta etapa al frente los Nuevos Vengadores, Hickman recurre a una de las creaciones más importantes de su antecesor en la colección: los Iluminati.
¿Y quiénes son los Iluminati? Son una agrupación secreta formada por algunos de los personajes más influyentes del universo marvelita: Namor, Dr. Extraño, Charles Xavier, Iron Man, Reed Richards y Rayo Negro cuyo origen hay que buscarlo en el final de la Guerra Kree-Skrull y en el temor de estos personajes de que La Tierra pudiera verse amenazada. Tal como luego quedó demostrado con Invasión Secreta. Han estado en las sombras en otros eventos como World War Hulk y Civil War, aunque su actuación como organización ha sido siempre algo discontinua en el tiempo.
Ahora, con una amenaza descubierta por Pantera Negra y con Capitán América como miembro del grupo arranca una historia que promete forzar los límites de nuestra lógica como solo Hickman es capaz y en el que objetos míticos como las Gemas del Infinito cobrarán fuerza en próximas entregas. Aunque no hay que llevarse las manos a la cabeza, los neófitos que enganchen en este punto de la colección pueden estar tranquilos. Al menos de momento el conocimiento previo de la naturaleza de estos artefactos no es necesario y de lo único que somos testigos es del planteamiento del problema y la presentación de las reglas bajo las que se rige este. Si por algo se caracteriza Jonathan Hickman es por presentar las cosas poco a poco, se toma su tiempo para dejarlo todo bien explicado e ir sembrando el argumento de pequeñas pistas y enigmas que conforman un todo mucho mayor.
Así, quien espere grandes escenas de acción que busque otra cabecera. Los Nuevos Vengadores es puro diálogo. Crucial, dada la complejidad de la trama que se avecina. La Tierra está en peligro y salvo los Iluminati nadie más lo sabe.
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