Sin hacer excesivo ruido y con unas expectativas de éxito más bien escasas por culpa del anterior capítulo de la saga, llega Destino Final 5, la que presumiblemente puede ser la última entrega de esta «mortal» franquicia… ¿o no?

Los motivos para desconfiar están muy bien fundamentados por la nefasta experiencia de Destino Final 4 que cavó una tumba de la que parecía difícil salir, pero de la que, contra todo pronóstico, Steven Quale ha sabido escapar. Y lo ha hecho tirando de oficio.

Este «debutante» es uno de los hombres de confianza de James Cameron, trabajando con él en títulos como Avatar, Titanic, Mentiras Arriesgadas o Abyss realizando tareas ya fueran de producción o de dirección de segunda unidad. Y quizás sea la experiencia con los habitantes de Pandora la que más le haya influido en Destino Final 5 pues no olvidemos que también está rodada en 3D.

Y es aquí, en el 3D, donde ya marca diferencias con la anterior entrega. Quale lo utiliza mucho y bien, empezando por unos estupendos créditos de inicio que hacen un recorrido a lo largo de toda la saga con elementos viniendo continuamente hacia nosotros. El 3D apoya a la perfección una narración (escrita por Eric Heisserer, el mismo del remake de Pesadilla en Elm Street y la «recuela» de La Cosa) que tiene su punto fuerte en la exageración, un humor negrísimo y en unos personajes que nos resultan simpáticos y con los que llegamos a empatizar bastante. Todo lo contrario que en la secuela anterior.

La clave está en no tomarse la película en serio. Después de haber vivido cuatro partes ya sabemos lo que nos espera: un festín de casquería en el que un grupo de “condenados” jóvenes intentan escapar (sin fortuna) de la muerte que les reclama. Destino Final 5 es un título para ir al cine y no pensar, retorcerse en la butaca ante las imaginativas y horripilantes muertes y reírse ante lo absurdo de algunas de las situaciones y de su ya habitual ración de humor negro.

Porque aquí las risas se entremezclan con los gestos de dolor de forma muy natural, siempre y cuando aceptemos entrar en su juego. Un juego que basa su emoción en el factor sorpresa, dejando pistas falsas por todas partes para coger desprevenido al espectador. El pero es que debido a esto, difícilmente aguanta un segundo visionado.

Destino Final 5 es una propuesta muy divertida que convencerá a los seguidores de la saga y del género en general y con un final tan revelador como impactante que si bien podría funcionar como conclusión de la franquicia, nos deja con ganas de más desventuras de jóvenes sentenciados a morir… ¿dará pie a más entregas? No sería nada descabellado.