Bruce Willis y John Malkovich representan mejor que nadie esa máxima de que por muchos años que se tengan uno es joven por cómo se sienta en su interior. Y visto lo visto, estos dos cada día son más jóvenes. Sobre todo el primero, que lleva algún tiempo intentando –sin éxito– demostrar que los veteranos con malas pulgas nunca pasan de moda (G.I. Joe: La Venganza, La Jungla: Un buen día para morir o Los Mercenarios 2).

Por suerte, RED 2 va por otros derroteros. En esta nos reencontramos con la feliz y peculiar pareja formada por Frank Moses (Willis) y Sarah (Mary-Louise Parker), cuya vida en común alejada de la acción está poniendo en peligro su relación; por la misma razón que lleva al traste muchas relaciones: la rutina y el querer convertirse en alguien distinto de quien se enamoró tu pareja. Esto lo ve claro Marvin (Malkovich), que lo toma como la excusa perfecta para hacer que Frank vuelva de su retiro. A partir de entonces, como era de esperar, todo el mundo parece que quiere matarles y tienen que luchar contrarreloj para salvar la situación antes de que acaben con ellos. Y si ya tuvieran pocas preocupaciones, Frank tiene que lidiar con los continuos comentarios sobre su vida en pareja por parte de todos (aliados y enemigos), mientras intenta encontrar la forma de vencer la rutina a la que se han visto abocados Sarah y él.

Este punto es uno de los más atractivos del film –más aún cuando el pasado de Moses hace su aparición– ya que se explota el lado más vulnerable del protagonista, sus dudas y miedos. Todo el embrollo de conspiraciones y luchas por sobrevivir sacan a relucir los problemas por los que pasan Moses y Sarah –aunque él no los reconozca–, obligándoles a tomar la determinación de hacer algo al respecto.

Dean Parisot sustituye al frente de la dirección a Robert Schwentke subiendo bastante el listón. El cineasta sabe aprovechar a su experimentado reparto y potencia los puntos fuertes de la propuesta (como su vis cómica) para ofrecer un título tremendamente entretenido, que conjuga a la perfección el thriller de acción con la comedia.

Perdida cualquier tipo de conexión con el cómic original escrito por Warren Ellis, RED 2 hace apología de la ligereza de contenido, del cine de evasión donde no hay lugar para la crítica o la reflexión política, solo un poco de provocación y la apropiación de algunos clichés en favor de la comicidad. La película no ofrece grandes novedades respecto a su antecesora, pero para disfrutar de titanes como Helen Mirren o Anthony Hopkins haciendo el gamberro tampoco hace falta mucho más.