Ida
Título Original: Ida
Director: Pawel Pawlikowski
Guión: Pawel Pawlikowski y Rebecca Lenkiewicz
Reparto: Agata Kulesza, Agata Trzebuchowska, Dawid Ogrodnik, Jerzy Trela, Adam Szyszkowsky, Halina Skoczynska, Joanna Kulig
Polonia – Dinamarca – Italia / 2013 / 80′
Productora: Opus Film / Phoenix Film / Portobello Pictures
Vayan por delante todos sus méritos y reconocimientos: Mejor película en Londres, Varsovia, Gijón, Toronto… y dirigida además por Pawel Pawlikowski, un tipo con una veintena de premios ocupando espacio en las estanterías que estudio literatura y filosofía…
Vayan por delante todos sus méritos y reconocimientos: Mejor película en Londres, Varsovia, Gijón, Toronto… y dirigida además por Pawel Pawlikowski, un tipo con una veintena de premios ocupando espacio en las estanterías que estudio literatura y filosofía. Pero es inevitable pensar en Ida como un ejemplo de ese cine gafapástico del que presumir haber visto para quedar bien entre la gente guay.
Ambientada en la Polonia socialista de principios de los 60, la película nos cuenta la historia de Anna, una aspirante a monja que antes de confirmar sus votos tiene que ir a conocer a su tía Wanda, la única pariente que le queda viva y de la que no sabe nada. Y es en este encuentro en el que se explora uno de los temas más más interesantes del film. Una monja católica, que descubre que es judía y vive en un país socialista. Y el reverso de la moneda es una jueza comprometida hasta el tuétano con la causa comunista y que esconde algunos demonios en su interior.
El choque entre estas dos desconocidas hace que ambas descubran cosas de la otra y, sobre todo, de sí mismas. Ida hace un ejercicio de memoria histórica de un país que vivió demasiados años bajo el yugo soviético, al tiempo que se presenta como un viaje de descubrimiento personal para sus dos protagonistas.
La película dura muy poquito, 80 minutos escasos, aunque para el público devoto de títulos como Capitán América se les puede hacer muy pesada. La imagen es muy bonita (la foto en blanco y negro de Lukasz Zal es estupenda), pero Ida es de esos films que tienden más al ensayo que a la narrativa, con un tempo muy pausado y un espíritu muy contemplativo. Así, mientras un público más específico gozará de la propuesta formal, mientras que otro no tan habituado al lenguaje aletargado de las cinematografías de Europa del Este querrá rasgarse las vestiduras. Film interesante, muy recomendable, pero no apto para todos los paladares.
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