Lebanon

Lebanon: Agobio y crudeza

 

Los amantes del cine bélico están de enhorabuena. El debutante Samuel Maoz trae frescura a un género generador, valga la redundancia, de películas imborrables, pero que ya clamaba a su cielo gris y lleno de humareda por una fórmula nueva, una película que se desmarcara al hueco y definiera con convicción, con pulso firme. Como los grandes.

 

Lebanon es cine puro, auténtico. Huele mal. Huele a sudor, a sangre y a orina. Nos encierra en un cacharro de metal e impacta, remueve conciencias y pone en tensión al más relajado. No concibo que alguien pueda salir de la sala con total indiferencia después de su visionado. Su belicismo está trabajado y es original. También es muy explícito. Pero esta vez la violencia no es gratuita, sino necesaria. Cada imagen está perfectamente medida, tiene un sentido y un cometido. Fácil de decir, complicado de realizar.

 

 

Lebanon

 

La primera hora de la película pasará a la historia. Ojos como platos. Garganta seca. Boca semiabierta. Un comienzo realmente arrollador, y con un preludio lleno de paz bañada de tristeza. A algunos no les dirá nada, a otros nos llega al alma.

 

Me duele reconocerlo, pero la película no alcanza el nivel de obra maestra a causa del rumbo que decide tomar su director. Maoz se equivoca ligeramente en el planteamiento y aboga por los diálogos en detrimento de la imagen. No es lo que necesita el público. Esta película es cámara, su manejo, la nitidez de la imagen, los enfoques y desenfoques, y sobre todo el zoom. El manejo del zoom es un arte, y en esta ocasión, con un simple zoom automático se consiguen planos visualmente sobrecogedores. Por eso, entre diálogos crudos pero inevitablemente insustanciales, la historia pierde fuelle y el espectador la concentración. Pero merece la pena, porque la música vuelve a sonar igual de bella en el cierre.

 

Una película para visionar sin atender a razones u opiniones. Simplemente para disfrutar pasándolo mal. Un tanque, tres soldados y Líbano harán el resto.

 

Deja un comentario:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *