Vuelta a casa de mi madre

Vuelta a casa de mi madre: impersonal entretenimiento para señoras

Es cada vez más habitual la presencia de comedia gala en nuestras salas, como muestra el estreno de Vuelta a casa de mi madre que cuenta la historia de Stephanie, una mujer de cuarenta años que tras perder su trabajo y ser plantada por su marido tiene que volver a casa de su excéntrica madre. Esto provocará incomodas situaciones materno-filiales y, sobretodo, con sus hermanos quienes no llegan a entender esta situación.

 

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El argumento es muy sencillo y tópico, pero eso no debe echar para atrás a la hora de ver comedia ya que muchas de las grandes obras del género parten de un concepto muy básico que se engrandece gracias al desarrollo de la historia y el carisma de sus personajes. Esperando ver algo de este palo en esta película, lo único que se encontrará uno es una obra plana, situaciones sin gracia alguna y, salvando la excentricidad de la madre, personajes totalmente apáticos.

 

Las intenciones de Eric Lavaine son buenas y, lo más importante, sinceras ya que no quiere hacer una obra grandilocuente de trascendencia alguna, simplemente pretende hacer reír y el problema son las formas ya que muchas veces se preocupa demasiado en la búsqueda de la carcajada y fuerza situaciones, diálogos y gags hasta el límite, dejando de ser graciosos o, simplemente, sin serlos desde su concepción. Además muchos de estos gags se sostienen en un humor y unos temas trilladísimos, lo que hace que todo se sienta reciclado y viejo.

 

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Es cierto que el director mantiene muy bien la relación madre e hija y la química entre actrices es indiscutible aunque el personaje de la hija está bastante mal perfilado y cuando aparece sin Josiane Balasko (su madre) se encuentra perdidísima en escena y rompe el poco ritmo que tiene la película. Por otra parte, el despliegue de secundarios es excesivo y Lavaine se pierde a la hora de dirigirlos a todos y mantener escenas y diálogos corales.

 

Lavaine no busca un estilo o forma propia a la hora de rodar la película y el resultado es una realización televisiva y tradicional sostenida en un monótono plano-contraplano con cuatro planos generales que nos ubican en los espacios con eficiencia pero sin sobresaltos o sorpresas.

 

Vuelta a casa de mi madre es una fallida comedia para el público más exigente, sin embargo estamos ante un ejemplo más de lo que coloquialmente es conocido como «cine para señoras», una película agradable, un entretenimiento digno que disfrutar cualquier domingo por la tarde en cualquier sala de barrio.

Acerca de Alex Manzano

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Cine, arte y tebeos. Amarás el musical sobre todas las cosas. John Cameron Mitchel es mi dios. Si quieres encontrarme, busca en mi habitación. Si no, en cualquier rincón de Madrid.

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