Estas son películas para reír más que otra cosa. Es extraño que el ser humano pueda reír viendo entrañas fuera de su sitio o viendo despedazar a gente. Extraño pero muy real y divertido. Habrá gente, con otra educación, que ni por asomo se sentirán a gusto viendo esto. Pero el resto, no es que se sienta bien al verlo, sino que ríe. Es cómico.
Se repiten las mismas premisas: jóvenes de vacaciones que se van a pasar unos días a una cabaña solitaria en mitad de un paraje nevado. Mismos arquetipos: tías buenas, algo de sexo (aquí el protagonista de esta escena es el menos esperado), humor, música cañera… Y luego los elementos para convertirse en gore: sangre y sesos puestos de forma elegante.
Tommy Wirkola, de origen noruego, es el creador de la obra. Debutó con Kill-Buljo, parodia de Kill Bill de Tarantino, realizada con muy poco presupuesto se convirtió en un relativo éxito en países como Japón, Rusia, Polonia o Brasil. Supongo que será un gamberro dentro del mundo del cine. La verdad que Zombis Nazis está bien dirigida para ser de alguien amateur, un novel, y no tener mucho presupuesto; porque si sube de nivel, sería una gran ponzoña. Entre los actores no hay ninguno que haya participado en algún otro proyecto de nivel. Todos hacen su papel más o menos bien, al nivel del film vamos.
Como he dicho, la película no pretende nada más que hacer reír de una forma concreta. Tiene un target muy específico, un público que sabe lo que va a ver. Esta película no es para toda la familia, y no creo que tampoco pretenda abrir horizontes al género. Y tiene fases muy graciosas, con chistes visuales típicos, pero sandungueros. Y los zombis nazis, pues son sólo una excusa para la matanza, insertados en la trama por el típico bucanero cazador de tiburones que asusta a los chavales. No tienen un papel dramático poderoso, pero están ahí, para hacer actuar a los jóvenes estudiantes de medicina.
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