«¿Acaso existen palabras capaces de retratar el horror que es la guerra?«

A lo largo de los años la cantidad de libros, películas, canciones, cómics… que han retratado los horrores de la II Guerra Mundial han sido muchos. Como también han sido muchas las reinterpretaciones y los «¿Y si…?» que hemos ido contemplando, ya sea desde el humor (Iron Sky, 2012) o desde la perspectiva de una Alemania vencedora (Fatherland, 1994). El propio Quentin Tarantino ha especulado sobre distintas eventualidades que podrían haber ocurrido en la Francia invadida por los nazis (Malditos Bastardos, 2009). Hay algo que nos fascina de esta Guerra de guerras y que nos hace volver a ella una y otra vez en busca de lecciones o de quién sabe qué.

Así, a principios de este año, Éditions Dargaud puso a la venta en Francia una nueva visita al conflicto que marcó al siglo XX y que cambió el reparto de poder en el Viejo Continente y entre éste y el Nuevo Mundo. Se trataba de recoger en siete álbumes un desarrollo alternativo de la guerra partiendo de la posibilidad de que Adolf Hitler fuera asesinado en noviembre de 1939 en el célebre atentado que perpetró el relojero Georg Elser y que, en la realidad, mató a siete inocentes en lugar de acabar con la vida del dictador.

Con este llamativo punto de partida, los autores lanzan la pregunta de qué habría sido de la Guerra si, al poco de comenzar (con la invasión de Polonia) hubiera desaparecido la «gran excusa». La respuesta es bastante obvia: con España inmersa en una Guerra Civil por un lado, Italia saliendo de la gran depresión económica en la que se había sumido tras la I Guerra Mundial, Japón invadiendo china… el mundo entero apenas necesitó motivos extra para lanzarse de cabeza a la masacre que se cobró entre 50 y 70 millones de víctimas.

«¿Para esto hemos nacido? ¿Para desaparecer en esta carnicería sin tambores ni trompetas?«

Diábolo se ha hecho con la distribución de la colección en España en un formato que recuerda al de los álbumes de Astérix y Obélix y que se inicia con un volumen que nos lleva a las calles desiertas de un París evacuado y silencioso. El guionista de este primer tomo, David Chauvel, nos cuenta la historia de una compañía de soldados franceses que se ha visto obligada a retirarse del frente y que espera en la ciudad la llegada de un enemigo que parece invencible. Chauvel, apoyándose en el dibujo de Hervé Boivin, profundiza en la psique del soldado y trata de hacernos partícipes de sus miedos y preocupaciones y de la tensión y la adrenalina de la batalla, que pueden transformar al hombre en alguien en quien nunca sospechó que se transformaría.

Quizás el único punto negativo de este primer tomo sea el hecho de que Chavel y Boivin le dedican demasiado espacio a las andanzas de la compañía por la capital francesa y muy poco al hecho que da título al álbum, resolviéndose la acción en apenas quince páginas que, eso sí, rebosan acción y suspense (los primeros minutos frenéticos de carreras en mitad de la noche son dignos de elogio).

La edición de Diábolo, tratando de mantenerse fiel a la original (que en Francia va por la quinta entrega, de siete), no contiene ningún boceto, artículo o ilustración extra, lo cual se hecha de menos, pero se ve acompañada de unos mapas muy ilustrativos a modo de índice de una colección que nos llevará próximamente a Gibraltar, Inglaterra, Sicilia e incluso al lejano Oriente para ayudarnos a descubrir cómo habría afrontado el mundo una Guerra Mundial sin un claro y bajito enemigo a destruir.