«Están en mi cabeza. A veces las oigo por la noche…«
Interesante sorpresa la que nos presenta Dibbuks en esta ocasión a través de un enorme tomo de Mathieu Reynès (La Memoria del Agua) que recopila los tres primeros capítulos de su serie Harmony. En esta primera entrega (la serie sigue abierta en Francia con un nuevo cómic a finales del año pasado) se nos presenta a un grupo de chavales con poderes psíquicos, una historia que se remonta cuatro mil años en el tiempo y una trama de experimentos militares y rescates a la desesperada escrita con mucha cabeza y con un dibujo enormemente atractivo. Harmony es un cómic que te atrapa rápidamente y que, teniendo influencias de muchas de las cosas que hemos visto y leído todos los fans de los relatos de ciencia ficción y gente con poderes, sabe conservar el aroma a homenaje sin caer en la copia barata de ninguna de sus referencias.
El cómic nos pone inicialmente en la piel de Harmony, una adolescente que despierta en el sótano de un siniestro anciano con importantes lagunas en su memoria y con la sensación de haber estado huyendo de algo peligroso. La situación, que poco a poco se irá aclarando e irá haciendo virar al cómic del misterio al puro relato de aventuras, nos permite empatizar con su protagonista desde la primera página. Todo el primer capítulo de este tomo nos hace sentir a la vez que su protagonista el miedo y la desconfianza al verse en un ambiente extraño y sin más recuerdos que una leve sensación de terror y unas voces en la cabeza que suenan vagamente familiares.
«Creo que ha llegado el momento de pasar a la acción«
Reynès se declara un profundo admirador de cómics como Akira, de todo el mundo de los superhéroes de Marvel y DC y de cintas como Looper o mi adorada Chronicle. Este amor se nota desde la primera página tanto en la trama que se sigue como en la manera de resolver las situaciones y, sobre todo, en muchas de las ilustraciones que vemos en las páginas de este volumen. La obra de Katsuhiro Otomo está presente en gran parte de las demostraciones de poder de los protagonistas, mientras que el papel del gobierno y de los aliados de los chavales implicados son un claro fruto de la afición del autor por los cómics norteamericanos. El punto de encuentro que supone este cómic entre todas estas aficiones resulta un estupendo regalo para quienes las compartimos con el autor, ya que el equilibrio entre todas ellas está medido al milímetro y el cariño que desprenden las hechuras de este volumen está patente en cada una de sus páginas.
Los tres capítulos de este primer volumen se leen casi como tres películas (o tres grandes capítulos de una serie como Héroes, de la que también se declara fan el autor) con un inicio, nudo y desenlace propios. Casi como tres historias independiente, con la salvedad de que se continúan directamente los unos con los otros. Hay un gran sentido de la tensión y de los misterios por descubrir en el cómic de este guionista y dibujante francés y esto hace que su lectura sea amena e interesante en todo momento. Siendo del todo honesto, cuando vi la portada del volumen que nos ofrece Dibbuks pensé que tendríamos en nuestras manos otro volumen de una historia preciosamente dibujada, pero vacía en el resto de aspectos. Su lectura me hace sentirme agradecido por haberle dado una oportunidad y nos enseña que, a veces, las apariencias también cuentan. Harmony: Primer Ciclo es una primera entrega redonda que nos deja con muchas ganas de seguir leyendo lo que venga a continuación.
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