«Son un atajo de antiguos pacientes de Arkham que se reformaron«

Llegamos con estos tres números al final del camino en la loca carrera contra el reloj y contra todos que comenzaba en el primer número de All-Star Batman. Que Scott Snyder le tiene cogidísimo el ritmo y la cadencia al personaje está clarísimo, que era capaz de marcarse una historia de este calibre de cero y sin apenas introducción ya ha sido más difícil de imaginar… hasta que nos la hemos leído entera. Si All-Star Batman sólo la conformasen sus cinco primeros números ya habría valido la pena leerla sólo por el nivel de diversión que nos ha sabido dosificar a lo largo de casi medio año.

Más complicado aún es elucubrar sobre la dirección que seguirá ahora la colección, toda vez que su primera aventura ha quedado por completo zanjada y sin flecos. Sabemos que Snyder pretende sacar al murciélago de su ecosistema y de los escenarios habituales en los que estamos acostumbrados a verlo. Ya lo hemos visto aquí, entre maizales y carreteras secundarias, pero profundizando a la vez en su infancia y en los momentos clave que lo transformaron en lo que es hoy en día. ¿Será esta la tónica a partir del próximo tomo? Ya lo veremos. Por lo pronto nos espera el primer anual de la serie (que, al haber empezado a medio año se adelanta otro tanto) y algunos otros cambios de los que ya hablaremos. Pero de momento centrémonos en los tres capítulos que tenemos entre las manos.

«El Rock and Roll nunca morirá«

Ya lo vimos al final de la segunda entrega y en estas tres se certifica. La amalgama de civiles y villanos que persigue a nuestro protagonista queda reducida a prácticamente un único candidato: Anatoli Knyazev aka. La KGBestia (siempre me ha encantado ese sobrenombre). Con esta reducción, Snyder convierte la persecución en algo muy cercano a lo que vimos en cines en 1993 con El Fugitivo de Andrew Davis. Claro que aparecen en escena otros contendientes (el guionista se ha ocupado de que Batman no disponga de apenas un sólo momento de respiro en esta cruzada), pero superada cierta distancia, Snyder da por supuesto que únicamente unos cuantos podrían costearse el alquiler de un mercenario experto para perseguir a una mente brillante como la del alter ego de Bruce Wayne.

Viñeta de All-Star Batman #4, 100% John Romita Jr.

Con todo en contra, el autor le concede a Batman la compañía de Duke, el nuevo asociado del Caballero Oscuro que trabaja a su lado de igual a igual en lo que el propio Wayne ha calificado como ‘un enfoque diferente’ y que tiene mucho detrás de romper con la etapa anterior del propio Snyder. Para reforzar la presencia y dotar de más trasfondo a este personaje, cada número está siendo acompañado de un par de páginas que avanzan una breve historia sobre los primeros días de este nuevo héroe tras colgar el manto de Robin dentro de ese extraño grupo que no llegamos a tratar desde esta redacción, pero que estuvo muy presente en las últimas tramas de la colección pre-Renacimiento.

«Todo esto termina aquí, esta noche«

Cuando nuestros héroes lleguen a su destino, porque dudo que alguno de vosotros haya dudado por un solo momento que llegaran. Vuelven a aparecer hordas y hordas de enemigos para ambos (lo normal, si no puedes perseguirlo… espéralo en la meta). Pero para entonces las cartas ya estarán echadas y el futuro de Dos Caras en el universo DC que nos depara Renacimiento quedará meridiano (cosa que, mirada con la distancia de un cierto reposo desde la lectura, resulta lógica dados los últimos vaivenes del personaje y la voluntad de esta nueva etapa editorial por recuperar el espíritu clásico de los personajes). Quedará sólo entonces ir despejando alguna de las incógnitas que nos mantenían en vilo desde el principio de la saga y esperar a ver qué nueva maravilla se saca Scott de la chistera.

All-Star Batman #5

El que no volverá tras el parón del Anual será John Romita Jr. El dibujante, que nos ha dejado muy buen sabor de boca e imágenes tan suyas como la que vemos unos párrafos más arriba, será sustituido por Jock en el próximo número y por Francesco Francavilla a partir del siguiente, lo cual resulta curioso porque ambos ya acompañaron a Snyder en su etapa al frente de Detective Comics previa al Nuevo Universo DC.