«Ahora haremos que los kryptonianos paguen la reconstrucción de Gotham City. Os va a encantar«
Los tambores de batalla resuenan cuando el enfrentamiento final por el destino de la humanidad está a punto de librarse en el universo alternativo que creó en su día Frank Miller para acomodar a su propia visión de los héroes y villanos de DC. Con cuentagotas, al igual de lo que está ocurriendo en Estados Unidos (donde el noveno volumen hace literalmente días que se publicó), ECC nos está dando de probar los que quizá sean los últimos sorbos de la genialidad del autor estadounidense, ahora apoyado por Brian Azzarello en la obra que habla de la última gran pelea del Caballero Oscuro, esta vez mano a mano con los aliados a los que diera la espalda en las anteriores entregas de su dilatada en el tiempo colección.
Han pasado algo más de treinta y un años desde que se publicara la primera página del Regreso del Caballero Oscuro, tres décadas desde esa mítica portada con Batman y el relámpago de fondo, seis lustros desde que vimos por primera vez a aquel señor de mediana edad que trataba de resistirse a su adicción a la lycra en medio de una sociedad que se iba poco a poco derrumbando ante sus ojos, perdido el rumbo de sus líderes y héroes por causas que no nos eran explicadas. El Batman de Miller ha funcionado como un cronista de nuestra sociedad con sus esporádicas apariciones y en cada caso ha retratado al mundo del momento con sus sombras y luces de manera brillante. En este tomo, Miller y Azzarello no pueden resistir la tentación de hacer una referencia nada ambigua a Trump y a su discurso ególatra, pero, muy inteligentemente, ponen al estrafalario mandatario en un rincón, junto a otras muchas muestras de la vacuidad de esta primera mitad del siglo XXI.
«Quizá incluso te lo entregaré para que juegues con él«
En la sexta parte de esta historia el corazón de Bruce Wayne dejaba de latir. Había sido una larga lucha contra los kandorianos y, gracias a su ingenio, Superman y él habían prevalecido, pero un último y rabioso ataque de Baal condenaba al murciélago. En esta entrega Clark toma una decisión que no puede dejarnos indiferentes. Como si de un homenaje a la obra de Grant Morrison se tratase, Superman lleva a su amigo a una de las pocas fosas de Lázaro que quedan sobre la Tierra con el fin de recuperar a su mejor y más valiente aliado. ¿Qué efecto tendrá esta inmersión en nuestro protagonista? ¿Perderá la cabeza como R’as al Ghul o Jason Todd hicieron antes que él? Sin duda, Miller y Azzarello hacen a Sups tomar una decisión que muy pocos habríamos tomado sin dudar. Y aún quedan dos entregas para analizar las consecuencias de la misma.
La segunda mitad de este cómic nos comienza a dirigir a la que parece que será la gran batalla final de esta colección. Los kandorianos contra las amazonas; el viejo orden representado por un anciano sacerdote retrógrado contra la sociedad matriarcal por excelencia, que siempre ha abogado por la paz sin dejar de entrenarse para guerra (no hay casi lecturas ahí…) A la vez, se avecina el regreso de otros aliados del Caballero Oscuro como Átomo (al que vemos en pleno proceso de recomposición) o Linterna Verde, protagonista de una escena extraña a mitad del cómic que queda explicada con las viñetas del número extra que acompaña a esta colección desde el principio. Será en agosto cuando salga a la venta el esperado octavo (penúltimo) tomo de la colección y hasta entonces no nos queda otra que esperar y elucubrar.
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