«Goldie. Dice que se llama Goldie«
Sólo con la frase que abre este artículo la práctica totalidad de los aficionados al mundo de las viñetas ya deberían saber que me dispongo a hablar de una de las obras cumbre de este arte: la hermosa, dura, terrible, sucia y magnífica Sin City de Frank Miller. Se cumplen ahora veinte años de la adaptación de esta novela gráfica que Robert Rodriguez y el propio Miller llevaron a la gran pantalla (y que yo vi en un cine de Palencia por apenas tres euros la entrada en una sesión doble con, alucinad, Charlie y la Fábrica de Chocolate) y Norma Editorial le rinde tributo a esta maravilla con una nueva edición en cartoné que huye de florituras ‘prémium’ para poner en nuestras manos una serie de cómics en un formato grande sin dejar de ser cómodo a la lectura y con una reserva de extras en la que, si bien se echa en falta algo más de texto (entrevistas, artículos…), podemos disfrutar de bocetos originales y algunas ilustraciones espectaculares de artistas invitados.
Sin City, sin apellidos (la saga completa), nos lleva de la mano a una ciudad americana que nació durante la fiebre del oro y que logró sobrevivir gracias a los más bajos instintos del hombre (que es lo mismo que decir que tiene un Barrio Rojo [aquí llamado Barrio Viejo] rebosante de prostitutas para todos los gustos). Basin City, como se llama la ciudad en realidad, es la verdadera protagonista de una serie de cómics que nunca fueron ideados como tal. Frank Miller, al final de esta misma entrega, aclaró como él pensaba simplemente relatar una historia breve de unas cuarenta y ocho páginas (lo que vendría a ser una grapa doble), pero cómo Marv, el protagonista de este primer álbum, lo atrapó y lo obligó a ampliar la historia hasta lo que sería Sin City originalmente y que luego, en posteriores reediciones de la obra completa, se renombraría como El Duro Adiós. La ciudad y los personajes que creó Miller entre 1991 y 1999 harían que la colección creciera hasta los siete tomos que conocemos en la actualidad y la lectura de toda la obra es casi una obligación para el buen amante de los cómics.
«Fue amable conmigo. Me dio algo que no sabía que existía«
Varias son las cosas que definen a Sin City: su virtuoso uso del blanco y negro y del contraste, las grandes ilustraciones que resumen en una sola imagen toda una secuencia de acciones, el constante y oscuro ecosistema de los bajos fondos de la ciudad y su amplio abanico de protagonistas, casi todos antihéroes con más notas oscuras que claras en su historial. De entre todos ellos Marv, quizás simplemente porque fue el primero 0 puede que por el carisma que irradia este gigante y horroroso forzudo, puede que sea el más recordado y el que mejor reúne las características de los personajes de estas historias de estilo noir. Y es que Marv es un acabado, un hombre que ha vivido una vida de violencia y que ahora ya no conoce otra cosa. Un gigante que habría vivido momentos gloriosos como gladiador en el Circo Romano, pero que ahora deambula como un monstruo entre tugurios y tabernas buscando pelea y, a menudo, encontrándola.

Sin City – El Duro Adiós
A este tipo completamente desplazado en el tiempo y, por supuesto, duro se le acerca una noche Goldie, una prostituta de extraordinaria belleza que termina acostándose con él y muriendo en extrañas circunstancias. Comienza así El Duro Adiós, una novela en la que el bueno de Marv asesina, incinera y lisia sin piedad a quien haga falta mientras busca al verdadero culpable tras la muerte de la única persona que fue lo bastante amable con él como para verlo como algo más que un monstruo de los barrios bajos de la ciudad. El cómic, en primera persona en todo momento, nos hace meternos en la cabeza de Marv y así vivir con él la angustiosa búsqueda y el sadismo de todas las partes implicadas.

Sin City – El Duro Adiós
Sin City – El Duro Adiós marca la entrada a un universo fabuloso de cómics (que se acompaña muy bien por la película una vez hayáis disfrutado de los primeros tres tomos) en los que no falta acción, frases indelebles en nuestra memoria y personajes que van a dejar un poso eterno en nuestras almas. Sin City es una de esas obras que precisan de ser reditadas de cuando en cuando para lograr ser accesibles a todos y cada uno de los nuevos lectores que se van incorporando a este mundillo.
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