Juego de Tronos ha vuelto. Más tarde de lo normal pero ya con el invierno sobre nosotros. Y ha regresado con un capítulo de situación. Todos los primeros capítulos de la serie, excepto el de la sexta temporada con la resurrección de Jon Snow, han sido iguales: Nos presentan dónde se encuentra cada uno de los personajes principales, nos da unos pequeños trazos sobre sus aspiraciones de aquí en adelante y lanza la temporada. Esta séptima temporada ha comenzado igual, pero ahora la partida de ajedrez se acentúa y la gran guerra que llevamos esperando seis temporadas ya está aquí ¿Quién terminará sentado en el Trono de Hierro?

Cersei sentada en el Trono de Hierro en un fotograma del primer episodio de la séptima temporada de Juego de Tronos

El final de la sexta temporada fue realmente apoteósico con, posiblemente, los dos mejores episodios de la serie: La batalla de los Bastardos y Vientos de Invierno. Y el inicio de la séptima ha merecido la pena por la forma en la que está narrado y lo que nos depara de aquí en adelante. No es un capítulo épico, ni mucho menos, tampoco pasará a la historia de los mejores dentro de la serie, pero ha conseguido lo que buscábamos: No anclarse y seguir avanzando. Así, con todo lo acontecido en Vientos de Invierno, y con Cersei en el trono, Rocadragón mueve sus fichas de forma inteligente. Nos da un poco de Arya nada más empezar, para después centrarse en los diálogos, en la relación de los personajes y en la llegada, por fin, de Daenerys a Poniente, a Rocadragón.

Pero antes de hablar de la llegada de Daenerys a Poniente hay que saber que nos cuenta el capítulo de otros personajes. Sam está en sus labores de aprendizaje para ser un maestre, pero por ahora lo vemos limpiando letrinas y siendo un mero siervo en la ciudad de Antigua. Pero en el capítulo será algo más y conseguirá descubrir algo que posiblemente cambie el sino de la guerra que está por llegar. Arya sigue su camino para Desembarco del Rey, pero por el camino descubrirá que no todos los soldados merecen morir (en donde se encuentra Ed Sheeran y su cameo). Bran ya está en el muro. Jon y Sansa están más distanciados que unidos debido, en gran parte, a las últimas palabras que Meñique le dijo a Sansa antes del final de Vientos de Invierno, y El Perro empieza a entender al señor de la luz, su objetivo y que es lo que les deparará el futuro. Y los caminantes bancos ya empiezan a avanzar. Y, como he dicho, Daenerys ya ha llegado a Poniente.

Daenerys llegando a Rocadragón en un fotograma del primer episodio de la séptima temporada de Juego de Tronos

Este momento sea, posiblemente, el más emocionante y épico de todo el capítulo. Daenerys llega a Rocadragón, que curiosamente es el País Vasco, más concretamente la playa de Zumaya y las escaleras de San Juan de Gaztelugatxe. Llega a las puertas, las abre, quita el estandarte de la casa Baratheon y no se sienta en el trono, va directamente a la sala de estrategia y suelta un “¿Comenzamos?”. Fin. Así, con Daenerys que no quiere perder tiempo en nada termina un capítulo de situación que cumple con lo que promete y que deja con muchas ganas de más. Ahora solo quedan seis capítulos. Seis épicos capítulo. Y recordad: El invierno ha llegado.