Los universos cinematográficos sin sentido comienzan a cansarme mucho. Compro Marvel y DC, por tener algo de lógica. Pero comenzar un universo cinematográfico de Blancanieves es, cuanto menos, ilógico. Blancanieves siempre será el cuento de los hermanos Grimm o la película de Disney, pero esto que están haciendo con Blancanieves, convertirla en El señor de los anillos mezclada con Juego de Tronos y con toques de Frozen me parece, cuanto menos, lamentable. No hay respeto por las tradiciones y mucho menos ideas que llevar a cabo. Las crónicas de Blancanieves – El cazador y la Reina del hielo supuestamente era una precuela de la anterior cinta Blancanieves y la leyenda del cazador, pero a los veinte minutos se convierte en secuela. ¿Por qué? Creo que no lo saben ni los creadores de la historia, pero todo huele a rancio desde el inicio.
Las crónicas de Blancanieves – El cazador y la Reina del hielo podría haber salido mejor o peor, pero yo al cine “palomitero” le pido únicamente que me entretenga, que me haga olvidar mis problemas. Y meda igual lo mala que sea, si encima es consciente de que es mala mejor. Pero Las crónicas de Blancanieves – El cazador y la Reina del hielo no es consciente de ello. Sabe que tiene un presupuesto abultado para hacer cuanto le venga en gana, que tiene la oportunidad de crear algo único, de no imitar a cosas ya precedentes. Pero no. Los 113 minutos de duración son de copia y pega de cintas o series fantásticas de la actualidad como Juego de Tronos o El señor de los anillos. Todo en la película ya se ha contado o mostrado en pantalla, no hay nada que llame la atención. Si por lo menos los efectos estuvieran bien…
Pero no están bien. Todo canta. Desde la más simple flor que se haya hecho digitalmente hasta el más pequeño de los villanos que se encuentran en el camino nuestros protagonistas. Mención especial a las formas de hielo que realiza la Reina de hielo. Con esto, el cine de fantasía sigue demostrando que le falta imaginación, que no tiene de donde rascar y en vez de comerse la cabeza un poco y evolucionar un poco, se queda anclado, viendo en el pasado una fuente inagotable de ideas. Y esto lastra todo el envoltorio que pudiera tener. También se nota que el guion se ha pulido poco, pues con un comienzo algo atropellado (y haciendo apología de los niños soldado ejem ejem) salva un poco los muebles. Después del cartel de “Siete años después” todo se va al garete. Y es que tampoco aciertan con el tono de la película mezclando drama, humor, amor, acción y todos los géneros juntos.
Y viendo el elenco actoral que se ha juntado para la ocasión, uno se pregunta por qué. Vale que Charlize Theron y Chris Hemsworth repiten papeles de Blancanieves y la leyenda del Cazador. Pero ver deambulando a Jessica Chastain y Emily Blunt por la pantalla duele un poco, pues son dos actrices inmensas que podrían estar haciendo otro papel en vez de lo que hacen aquí. Y es que ni ellos mismos creen en lo que están haciendo, que es lo peor. La química entre los protagonistas es nula y en muchas ocasiones llevan a cabo acciones que dejan mucho que desear. Y es que, aunque me repita, el guion es un agujero en sí mismo y las cosas pasan porque sí, no hay una razón para que sucedan. Pasan y ya está. Y eso es una lástima para una película que ha costado tanto y al final luce algo mediocre y dejando mucho que desear.
En definitiva, Las crónicas de Blancanieves – El cazador y la Reina del hielo es una cinta que podría haber salido mejor de lo que ha salido al final. No luce como debería lucir y copia al pasado para seguir adelante en lugar de intentar dar un cambio a su imagen e intentar innovar. No es una decepción, pues tenía pocas esperanzas en ella, pero hay película que quizás merecen algo más y no este universo cinematográfico que no viene a cuento. Espero que coman las perdices y no haya un nuevo cuento.
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