«Estos son los malabarismos del artista«

ECC nos trae en esta ocasión un cómic muy particular. Lejos de los superhéroes y de las viñetas de todas partes del mundo, la editorial recupera un álbum que retrocede a los tiempos de la I Guerra Mundial y que se publicó en 2016 gracias a las gestiones del programa británico 14-18 NOW. Black Dog: Los Sueños de Paul Nash se centra en la vida del genial pintor surrealista inglés, que fue uno de los que mejor retrató esta terrible época. Para ello recurrieron a un gigante como es el también británico Dave McKean, autor de las reconocidas portadas del Sandman de Neil Gaiman, que firmó un cómic distinto, único, que se editaría bajo el sello Dark Horse Comics.

Black Dog va realizando saltos temporales a la vez que, mientras se basa en las obras del pintor, las desgaja y subdivide como si el lector fuera el que tuviera en la mano el pincel y fuese analizando los cuadros segmento a segmento. Los saltos nos dan a probar fragmentos de la niñez, adolescencia y juventud de Nash entrelazados con fogonazos de su paso por el frente. Y así, mientras que los primeros nos muestran cómo era la Inglaterra de esa época y cómo la vivió un chaval con las inquietudes del pintor, los segundos se zambullen en el fango de las trincheras, en las enfermedades, el dolor, la muerte y el momento en que todas ellas se convierten en rutina.

«Algunos seguían vivos, llorando, suplicando agua, tirándonos de los pantalones a nuestro paso«

Así, el cómic es un tercio biografía del pintor, otro tercio homenaje a su obra y una última parte de reflexión sobre una Guerra que a veces tendemos a olvidar frente a la también oscura y dolorosa II Guerra Mundial. Lo cierto es que el siglo XX no se puede explicar sin ambas y una y otra siempre han estado estrechamente ligadas (no en vano la Alemania de Hitler viene a ser consecuencia de las penurias impuestas al Imperio Alemán tras perder la guerra relatada en este cómic), la publicación de Black Dog es también un acto de justicia para tener presentes algunos de los años más tristes de la historia de Europa.

Black Dog: Los Sueños de Paul Nash

Es, por tanto, un cómic para reflexionar. Pero también es un álbum para disfrutarlo con los sentidos. Las artes entremezcladas de McKean y Nash san como resultado una obra muy visual que se disfruta más viendo que leyendo (y eso que la labor de traducción es estupenda, enhorabuena ECC). Black Dog es un rara avis dentro de lo que nos solemos encontrar en las librerías, un cómic que no es tal y una biografía que no lo parece. Es una pieza de arte para atesorar y disfrutar y una ventana hacia el corazón de uno de los artistas más interesantes del siglo XX británico.