La carrera cinematográfica de Gus Van Sant es, como mínimo, interesante. Con 17 largometrajes a sus espaldas es un director que ha probado cosas muy diferentes: desde su road movie con Keanu Reeves y River Phoenix en Mi Idaho privado, hasta su personal visión de la matanza de Columbine en Elephant, pasando por la extraña pareja entre Matt Damon y Robin Williams en El indomable Will Hunting, el cine de Gus Van Sant ha tenido momentos de gran nivel y otros más desafortunados.

No te preocupes, no llegará lejos a pie se estrenó el pasado enero en el Festival de Sundance. Protagonizada por Joaquin Phoenix, se basa en la historia real de un hombre (John Callahan) que a los 21 años sufrió un accidente de coche a causa del alcohol y como consecuencia quedó paralítico el resto de su vida. A partir de este momento empezó a dibujar como vía de escape, hasta convertirse en un polémico y afamado caricaturista.

Gus Van Sant no se ha comido la cabeza para contar esta historia, no resulta un biopic muy original, es demasiado formal. Sin embargo, durante toda la película hay un estilo raro en su narrativa y parece un batiburrillo de escenas extrañamente hiladas que no acaban de resultar naturales. En el largometraje se exploran temas como la amistad, la enfermedad, el amor, la depresión o el humor, aunque en su tono nunca queda muy claro si es el del drama o la comedia. Hay una mezcla entre estos dos géneros que al final quedan muy diluidos. Los momentos de drama no son muy poderosos y los de comedia no son muy graciosos.

Pero hay algo que hace a No te preocupes, no llegará lejos a pie un visionado muy agradable y son a las relaciones entre personas durante toda la película. Los diálogos y las conversaciones que mantiene el protagonista, por un lado en la parte de romance con la azafata, interpretada por Rooney Mara, a la exploración del pasado y la culpa con el personaje de Jack Black, dan mayor riqueza a un biopic que, a priori, podría parecer insulso. Especialmente destacable es la relación entre Callahan y Donnie (Jonah Hill), el jefe de un grupo de ayuda para superar adicciones, quien no solo es un personaje bien escrito, sino que la actuación de Jonah Hill supone una de las mayores sorpresas de la película.

En lo técnico no hay nada demasiado destacable de lo que hablar, posee una fotografía y una banda sonora más bien convencional. Aunque tiene un elemento visual que la hace original y son esas pequeñas piezas pictóricas en movimiento que representan las caricaturas que Callahan realizaba.

No te preocupes, no llegará lejos a pie habla sobre los buenos y los malos momentos de la vida, algo que incluso la propia película sufre un poco. Algo desorganizada y dispersa, pero con momentos de lucidez por parte del guion, y que donde realmente destaca es en las interpretaciones de su reparto. Puede que no sea una película que impacte en el espectador, pero consigue que, tratando un tema tan duro, salgas del cine con un regusto agradable.