Piensa en tu héroe favorito. Durante años te has imaginado acompañándole en sus aventuras, las páginas de tus cuadernos del instituto y los folios de apuntes de la universidad se han llenado de bocetos de sus poses más molonas y, si eres realmente bueno, has terminado creando tus propios personajes para algún tipo de publicación. Pero tu héroe sigue siempre ahí, en la recámara, esperando su oportunidad para que tu habilidad le de vida sobre el papel.
Ahora imagina que un buen día se acercan a ti los mandamases de una editorial y te piden que te encargues de una serie que quieren abrir con ese personaje al que tanto cariño profesas. ¿Qué harías?
A esa pregunta puede responder David Finch, un eterno enamorado de Batman y gran ilustrador, responsable, entre otras, de la portada que Panini nos ofreció de World War Hulk, que en 2010 logró guionizar y dibujar su propia serie sobre el alter ego enmascarado de Bruce Wayne. Ése primer volumen de El Caballero Oscuro, titulado Amanecer Dorado, tuvo tan buena acogida que la serie sobrevivió al terremoto editorial del Nuevo Universo DC y regresa ahora con una segunda saga en la que Finch se une a Paul Jenkins (Inhumans, God of War) para dar rienda suelta a sus sueños como fanático de Batman.
«Piensa en lo que sería despojarse de todos los jirones de las dudas»
Finch y Jenkins nos presentan a Batman tratando de contener una fuga masiva de Arkham en la que, de pronto, algunos de los reclusos comienzan a mostrar una musculatura brutal y una completa inmunidad al miedo…
¡Un momento! ¿¡Ése no era el argumento de un videojuego!?
Efectivamente, los autores no se han quebrado demasiado la cabeza a la hora de buscar un argumento. Pero es que no hace falta, es más, puede que este cómic enlace con los hechos que Finch relató en 2010 y con el argumento de Batman Inc., pero en el fondo este tomo tiene una clara intención de servir de señuelo para nuevos lectores. El título hace referencia directa a las películas de Christopher Nolan, la portada es una clara referencia a La Leyenda Renace, el tema de la toxina está sacado directamente del Arkham Asylum, sí, pero tengamos en cuenta que ése ha sido uno de los juegos más vendidos de la última década. Y por último, ¿qué mejor manera para presentar a los héroes y villanos del universo del Hombre Murciélago que con una fuga masiva del psiquiátrico más famoso del mundo?
Tiburón Blanco, Mr Freeze, Clayface… Se han escapado todos
Además Finch y Jenkins le dan una vuelta de tuerca al argumento poniendo al Caballero Oscuro en situaciones que todos quisimos y no pudimos ver en la historia que Paul Dini ideó para el juego aprovechando la presencia de todos los compañeros de Batman en La Liga de la Justicia, Batman Inc. y el grupo de Aves de Presa. En un mundo donde enemigos como El Muñequero o el Tribunal de los Búhos han dejado de lado a los villanos clásicos de Batman resulta muy agradable volver a ver las caras conocidas del Joker o el Sombrerero Loco. Por otra parte, los autores introducen a una nueva integrante del imaginario gothamita: el Conejo (¿o conejita?) Blanco, la enésima referencia de Batman al cuento de Lewis Carroll. Nada extraño para un personaje que lleva coqueteando con la locura y la obsesión casi desde el momento en que fue creado.
Terrores Nocturnos se complementa con La Locura, una historia corta de Joe Harris (guionista de películas como En la Oscuridad) y Ed Benes (que este mes publica en ECC Red Lanterns) que sirve para cerrar algunas de las tramas abiertas en los capítulos anteriores y para dejar bien abiertas otras cuyas consecuencias no veremos hasta dentro de algún tiempo. La Locura es un misterio de fácil resolución y rápido desenlace que viene bien para cerrar el tomo pero y que agradecemos que no se haya comercializado en grapa: ni funciona por sí misma ni es lo suficientemente impactante como para que la recordemos.
La Conejita Blanca de Terrores Nocturnos
«Llegarás mucho antes si me persigues»
Toda esta pasarela de héroes y villanos se encuentra ilustrada de una manera maravillosa. El cariño que Finch profesa por estos personajes se nota en cada viñeta y así podemos ver al Espantapájaros más terrorífico o a Clayface en mitad de una transformación con un dibujo inmejorable. Visualmente, El Caballero Nocturno – Terrores Nocturnos es una delicia que da gusto leer y releer para disfrutar de las mejores escenas. Como curiosidad, en la portada podéis ver cómo Finch dedica la ilustración de Bane a Kelley Jones, dibujante de Batman de finales de los 90 responsable de uno de los diseños más aterradores del personaje. Y, aunque no lo parezca, también hay lugar para el humor. Alfred representa de manera perfecta al estereotipo del mayordomo inglés, con sus dejes y su cinismo. Ver a Batman planeando su próximo movimiento mientras sujeta un helado en la Batcueva nos hace sonreír aunque sólo sea por lo bizarro de la situación.
Benes mantiene a grosso modo el estilo de Finch en su parte del tomo, aunque el artista brasileño hace gala de un trazo menos detallista para centrarse en la acción. De cualquier manera, ambos estilos casan a la perfección, hasta el punto de que es Finch quien firma la portada de La Locura sin que el lector perciba diferencias en el diseño de los personajes.
Batman y Superman. No es la primera, ni será la última vez que se pelean
Esto es lo que encontraréis en el tomo que ECC nos trae de Batman. El Caballero Oscuro – Terrores Nocturnos:
Batman contra los clásicos: Una interesante introducción de Fran San Rafael (que firma el resto de artículos que veremos en el tomo) que nos pone sobre la pista del autor y sus motivaciones.
Terrores Nocturnos – La Locura: Vienen acompañadas de sus respectivas portadas norteamericanas limpias de texto.
Quién es Quién en Terrores Nocturnos: Un excelente artículo sobre los héroes y los villanos que vemos en este libro.
Batman y sus terrores: Una reflexión final sobre la psique del protagonista.
Biografía de los autores.
Deja un comentario: