Echamos un poco la vista atrás para recuperar una de esas colecciones que hemos estado siguiendo desde su primer volumen, de las que tan buenos ratos nos ha hecho pasar y que últimamente habíamos dejado colgadas: el Superman de John Byrne, recogido en la colección Grandes autores de Superman.

El séptimo volumen de la colección arranca donde nos dejó el anterior, con Kal-El haciendo frente a la amenaza de los Manhunters en un par de capítulos que le llevan a aliarse con Hal Jordan y viajar por el espacio-tiempo para enfrentarse al líder de este ejército de belicosos robots en la otra punta del universo. El final del cruce de la franquicia supermanera con Millenium tiene un aire tremendamente clásico, que puede alejar a una parte de los lectores. Para el desenlace de esta saga Byrne parece poner el piloto automático y cumplir así el expediente. Está más preocupado, como se demuestra una vez pasadas estas páginas, en seguir profundizando en su reinterpretación del personaje y su entorno.

Ya venían teniendo una creciente importancia, pero es en este volumen donde las mujeres cobran realmente presencia en la vida de Clark y Superman. Como demostrara en su larga y exitosa etapa al frente de La Patrulla-X y su Jean Grey, Byrne siempre ha sido un autor con una sensibilidad innata para retratar personajes femeninos carismáticos y complejos, algo de lo que en los últimos tiempos da la sensación carecemos. Y en las páginas de Superman vuelve a hacerlo patente. Con especial atención en Lois Lane, el británico no se olvida de otras féminas que rondan al superhéroe, ya se trate de Lana Lang, Cat Grant o la capitana de policía Maggie Sawyer. No se limitan a ser meras comparsas del protagonista ni a conformarse con un papel secundario, toman la iniciativa en todo momento. Evidente es la determinación de Sawyer en el enfrentamiento que mantienen ella y Superman contra ese villano llamado Gancho, o la firmeza de Lane ante el malo de turno.

Especial atención merece la reportera estrella del Daily Planet, pues buena parte de las tramas contenidas en este libro giran en torno a ella y a su relación tanto con Clark Kent como con Superman. John Byrne sorprende con unos inesperados giros que no hacen sino enriquecer la dinámica entre los dos personajes, evitando caer en la monotonía y en los tópicos.

Historias como Visitante, que explora las consecuencias de Millenium en las vidas de algunos de los implicados dan buena cuenta de la inteligencia del autor para confeccionar sus guiones, concibiendo un relato en el que no encontramos ningún combate por salvar la ciudad ni nada por el estilo. Tenemos un relato de personajes, de gente hablando, haciendo frente a secretos e incómodas y sorprendentes revelaciones. Junto a ¡Jaque Mate! quizás sea la historia más atractiva del tomo.

En el lado opuesto nos encontramos con Punto de vista. Su planteamiento es interesante, y la doble lectura que hace sobre el heroísmo le da una profundidad a la serie de la que a veces adolece dada la dinámica combativa que suele llevar, pero su “puesta en escena” resulta algo tediosa debido a la excesiva carga de texto, que ralentiza mucho el ritmo de una historia ya de por sí de lenta cocción.

Con El hombre de acero seguimos recuperando una de las mejores etapas del personaje y redescubriendo uno de los ejemplos más notorios de un cómic de superhéroes bien hecho. Ya podrían tomar nota buena parte de los autores actuales. El volumen incluye los números #14-16 de Superman, #437-439 de Adventures of Superman y #597-598 de Actions Comics, publicados originalmente por DC Comics entre febrero y abril de 1988.