Al tiempo que los cines disfrutan de la nueva película de Fernando Trueba, las librerías celebran la llegada de otra mirada de la novela de Héctor Abad Faciolince. Tyto Alba adapta El olvido que seremos al campo del cómic en un volumen de 136 páginas en tapa dura publicado por Salamandra Graphic. En esta entrevista abordamos con el autor algunos de los aspectos a tener en cuenta del trabajo que ha llevado a cabo para adaptar la novela, así como su opinión acerca del personaje protagonista, Héctor Abad Gómez.
Pregunta: ¿Cómo surge la oportunidad de adaptar El olvido que seremos?
Respuesta: Fue por un encargo de Catalina Mejía, editora de Salamandra Graphic. Su idea era la de intentar hacer despertar el interés por la novela gráfica en Latino América y quiso adaptar una conocida novela de su país, Colombia. Pensó que mi estilo encajaba con la novela, pero yo aún no la había leído.
P: ¿En qué medida se ha implicado Héctor Abad Faciolince en esta adaptación?
R: Fue muy generoso y estuvo disponible siempre para mis consultas, mis dudas, y sobre todo para facilitarme fotografías de la familia, de lugares o de personajes que no conseguía encontrar.
P: ¿Cuál ha sido su respuesta al ver el cómic publicado?
R: Le ha gustado mucho. Sobre la marcha, de todos modos, le iba enviando páginas o capítulos enteros, y él se los enseñaba a la familia. Estaban todos muy contentos.
P: ¿Qué crees que aporta esta adaptación a la obra original?
R: Es otro lenguaje, y aunque el guion es más fiel a la novela que la película, sigue siendo otra cosa. También es otra manera de acercarse a esa historia si ya la conoces y volver allí de otra manera. También hay alguna que otra cosa que no aparece en la novela, tanto en la forma de narrar como en escenas nuevas o diferentes.
P: Esta no es la primera novela que conviertes al formato del cómic, ¿en qué se diferencia el enfoque respecto a trabajar en una obra (ya sea con guion propio o de terceros) pensada en origen para el medio?
R: Es mucho más fácil trabajar con un guion original, al hacer una adaptación tienes que adaptar un lenguaje y sobre todo resumir, cortar, quitar, y eso cuesta mucho. Son muchas páginas de cosas muy interesantes y hay que saber hacerlo bien para no eliminar lo esencial.
P: En general, ¿cómo es tu proceso de creación de una página?
R: Trabajo casi como si el papel fuera un lienzo, no hago lápices previos a parte ni uso mesas de luz, todo el proceso está en el original. Y así voy avanzando una a una.
P: El olvido que seremos es, por así decirlo, una carta de amor de un hijo a su padre, es la historia de una familia; pero también un retrato de la historia política de un país. ¿Fue complicado dar con el equilibrio entre ambos aspectos?
R: Yo me he centrado más en la relación de ellos y en la familia en general, he querido dar más importancia a la luz que a la oscuridad, al amor que al odio. Pero obviamente me he tenido que documentar de todo.
P: El final del sexto capítulo es quizás uno de los momentos más dramáticos de la obra por el significado que tiene, ¿cómo abordaste ese momento tan delicado?
R: Para mí fue más duro que el asesinato del padre, porque uno es más capaz de ponerse en la piel de los personajes. Es algo que ocurre, que conoces de alguna manera aunque sea de lejos, algo que va ocurriendo lentamente.
Me ponía en la piel de ellos hasta donde es posible, claro, un dibujante es un poco como un actor solo que interpreta y se expresa mediante personajes dibujados.
P: Conocida su historia, ¿qué opinión tienes de Héctor Abad Gómez?
R: No conozco todavía otras obras suyas, las tengo pendientes, y a él le conozco aun poco, pero me parece aparte de ser una persona muy inteligente y con cosas muy interesantes que decir, también encantador, muy amable y simpático. Todo aquello que uno siente que encontraría si pudiese conocer a su padre.
P: ¿Crees que faltan figuras como la suya en el contexto político/social actual?
R: Obviamente. Siempre. Cuantas más personas como él pudieran existir en cualquier parte del mundo, mucho mejor.
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