El cineasta Carlos Bolado llega a nuestras carteleras con Colosio, el asesinato, thriller político acerca de la muerte del candidato a la presidencia mexicana por parte del PRI, Luis Donaldo Colosio, en 1994 y todo el misterio en que estuvo envuelto el crimen. Con suma amabilidad, el director accedió a responder a algunas cuestiones sobre su película.
Pregunta: La película no se estrenó en un aniversario, sino 18 años después del suceso. ¿Por qué contar esta historia ahora?
Respuesta: Porque no se pudo contar antes.
P: Las referencias a JFK (Oliver Stone, 1991) son muy claras. ¿Cuánto peso ha tenido? ¿Con qué otras referencias ha contado?
R: Para mi coguionista fue importante JFK. Para mí no son tan claras y francamente fue más importante el cine político italiano como el de Francesco Rosi y Sorrentino.
P: El reparto está compuesto por caras conocidas en el mundo latino, ¿cómo fue el proceso de cásting?
R: Platicado con la productora. Pero eran actores conocidos por mí, he editando a Daniel Giménez, filmado con Chema Yazpik, preproducido otra peli con Kate del Castillo y así. Algunos tenían ya un papel y otros con un director de cásting que me propuso nombres… y revisé vídeos y obras de teatro.
P: ¿Tuvo miedo de las posibles represalias al contar una historia que no ha tenido una verdad clara hasta la fecha?
R: Pues cierta incertidumbre sí, el miedo llegó después cuando no dejan de preguntármelo los periodistas. Me hace pensar si debo tener miedo y la duda me da miedo.
P: Ha intentado que la película se aleje de los despachos y contar los hechos usando la acción como motor, ¿fue algo intencionado o surgió a medida que avanzaba el rodaje?
R: Intencionado. Filmamos en 5 semanas. Se decidió en el guión, se trabajó en las localizaciones y luego se intensificó más en el rodaje.
P: ¿Cómo es el panorama del cine mexicano actual?
R: Muy bien en general. Mucha producción y mucho talento apoyado ahora con el apoyo económico que da la producción la ley de exención de impuestos que permite a los empresarios aportar el 10% de su pago de impuestos en producir películas. En fin, cine mexicano para rato.
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