Phil Burgers y Carlos Reygadas

Carlos Reygadas (‘Nuestro tiempo’): «Cuando escribo creo desde la intuición y no desde la razón»


Tras su paso por festivales de todo el mundo como Venecia, Toronto y San Sebastián, se estrena en España Nuestro tiempo, la nueva película de Carlos Reygadas, uno de los cineastas más importantes de la contemporaneidad. En la que, probablemente sea su obra más extrema, complicada e introspectiva, el director mexicano habla de la creación artística, los celos y la fuerza de la naturaleza. El pasado mes de abril visitó Madrid y pudimos hablar con él.

 

Phil Burgers y Carlos Reygadas

 

Pregunta: Se lleva mucho tiempo escuchando de este proyecto que, en un principio, iba a llamarse ‘Donde nace la vida’ ¿Fue sólo un cambio de título o en general de todo?
Respuesta: Fue sólo el título, la película es exactamente la misma,a mi me gustaba más ese primer nombre porque me recuerda a la idea de la reproducción, la vida solo nace cuando hay un lado masculino y otro femenino y eso va más allá de cualquier identidad de género, es aplicable a toda la naturaleza, hasta para que crezca un tomate. Me gustaba esa idea de dualidad como origen vital y origen de mi propia película, aunque como título podía resultar pedante y por eso lo cambié.

 

Carlos ReygadasP: La película habla de lo que supone narrar, crear y el acto de manipulación que hay detrás del arte ¿Cuánto hay de ti en el personaje que interpretas? ¿Es un alter ego?
R: Hay algo de mi, como en todos los personajes de mis películas, pero tampoco es autobiográfico, lo más cercano a mi ha sido el protagonista de Luz silenciosa. En este caso en concreto, entiendo que el espectador haga esa asociación porque aparezco tal y como soy, con esta misma ropa, pero eso no implica que esté cerca de lo que soy verdaderamente.

 

P: Hay una escena en la que espías a tu mujer y su amante teniendo sexo ¿Crees que escribir un guión consiste en eso?
R: Es una pregunta interesante porque hay una relación extraña entre el vouyerismo sexual y la escritura de un guión. Yo sólo presento cosas y no sé hablar del cine en si mismo, eso es algo muy francés de hecho; no cabe dudas de que el cine es algo vouyerista, pero no sólo vinculado a lo sexual, si no, por el hecho de poder observar a una persona durmiendo sin ningún cansancio o movimiento, sin pudor… En ese sentido no cabe duda que a todas las personas a las que les interesa la vida, les interesa observar y entender, la diferencia es que observar a un niño jugando refleja sensibilidad, pero observar un acto sexual parece de degenerados y en verdad es igual de sensible que el que observa un paisaje; quizás lo que si que haya en el acto de observar sexo, sea masoquismo porque hay una búsqueda del dolor.

 

P: ¿Qué te hace fijarte en las relaciones abiertas?
R: No es algo puntual, todas mis películas tratan de relaciones humanas y sus contradicciones y las relaciones eróticas y amorosas hacen que se multipliquen estas contradicciones porque si lo somos con nosotros mismos, lo somos más aún cuando hay más gente en juego porque ya entran en juego las expectativas. No me interesan las relaciones abiertas ni el poliamor, me interesan las relaciones en general y no creo que haya una mejor que otra, si me parece raro que haya una serie de legitimizaciones como que el matrimonio para toda la vida es la mejor opción; quiero hablar de libertad y que cada uno encuentre en su modo de vida su bienestar.

 

Natalia López

 

P: A modo de entreacto introduces un plano subjetivo de un avión aterrizando en México D.F. ¿cómo se te ocurre rodar algo así y cómo lo filmas? ¿Qué quieres contar con eso?
R: Cuando escribo creo desde la intuición y no desde la razón y nunca me pregunto el porqué porque esas son las preguntas de los ingenieros y no de un creador de otro tipo.Siempre me ha gustado mirar desde la ventanilla de los aviones, hay un poder extraordinario en ese acto al poder ver la vida desde arriba y me pareció la mejor forma de mostrar este regreso a casa a través del descenso que conlleva un aterrizaje.

Fue todo un reto filmar eso porque no quise poner una gopro en un avión, utilicé una Alexa que pesaba mucho con una lente especial y hubo que hacerlo en helicóptero de forma muy clandestina porque nos metimos en la ruta de aterrizaje de (en Estados Unidos nos habrían disparado) además del peligro por succión entre aviones. Hay un corte, quizás inapreciable, cuando el avión se introduce en las nubes; el plano de la pista de aterrizaje si que está tomado desde un avión de pasajeros puesto que no había otra opción, pero también fue laborioso introducirlo en un tren de aterrizaje. Creo que es una escena que refuerza lo que es la película y que le da al conjunto un gran valor porque habla del encuentro y la reconciliación amorosa.

 

P: En Toronto presentó tu película Bela Tarr, cineasta a quien se te vincula mucho por el uso del plano fijo y los tiempos lentos ¿Te gusta la etiqueta de Slow Cinema?
R: No, en absoluto, diría cine de la presencia porque definir algo desde la velocidad me parece muy primitivo, creo que hay un cine informativo (las formas están al servicio de la historia) y otro de la presencia, donde entraría el principio de ‘Satántangó’ que aunque esté viendo vacas durante 8 minutos sé que hay mucho más detrás y se conecta con el discurrir de la existencia que ves desenrrollarse frente a tus ojos.

 

Natalia López

 

P: En la versión corregida del libro Trascendental Style in Cinema de Paul Schrader, se ha incluido un esquema donde se separa el cine de galería de arte, con el cine de autor más convencional en lo que se conoce como «Anillo de Tarkovsky» a quien considera el primer autor como tal que haría cine para festivales y tú apareces en ese círculo ¿cuándo haces cine piensas en ti mismo o en que habrá un púbico que vea tu obra?
R: Solo pienso en mi mismo aunque eso no implica que no sea consciente de que alguien va a ver la película, pero no puedo pensar que le va a parecer a mi madre o a mi vecino. Tienes que seguir tu propio criterio y eso es lo que designa la autenticidad de un cineasta, si lo haces sólo porque le guste a la gente estás siendo un fantoche, no me gusta la abstracción del comercio, sólo puedo seguir mi gusto y mi intuición.

Acerca de Alex Manzano

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Cine, arte y tebeos. Amarás el musical sobre todas las cosas. John Cameron Mitchel es mi dios. Si quieres encontrarme, busca en mi habitación. Si no, en cualquier rincón de Madrid.

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