Charlamos con el director de la película 9 meses.

Pregunta: ¿Cuál es el origen de esta historia? ¿Experiencia personal o cercana? ¿Es un problema habitual en su país?
Respuesta: No es para nada autobiográfico, aunque el ser padre me ha inspirado mucho a hacer una película sobre este tema. No es algo común en Francia y Bélgica, ni mucho menos, si lo fuese no hubiera hecho una película sobre ello. De lo que quería hablar era de la impotencia del padre en una situación como esta y así dar un punto de vista distinto de un tema muy común.

P: ¿Fue difícil rodar el plano secuencia en el que durante más de cinco minutos madre e hijo se pasan el bebé sin que rompiese a llorar?
R: Fue suerte ya que para todas las secuencias rodamos muchas tomas que todas me resultaban buenas, siendo díficil elegir la definitiva. Sin embargo la secuencia del bebé la rodamos quince veces y sólo una fue buena, en la que no lloró y estuvo tranquilo así que esta fue la que pusimos; por experiencia sé que al trabajar con bebés que suceda esto es algo habitual.

P: ¿Cómo ha conseguido la intimidad de su película utilizando un Cinemascope?
R: Elegí el Cinemascope porque detesto el plano – contraplano y poniendo sólo a dos actores en el encuadre consigo esta intimidad. El Cinemascope se usa hace mucho, pero no así, con este formato se suele buscar algo más naturalista y bonito.

P: El trabajo que haces con el actor protagonista, Kacey Mottet Klein, quién ya interpretó a un adolescente con otro conflicto muy distinto en Cuando tienes 17 años, es muy completo, ¿cómo ha sido vuestra preparación y relación durante el rodaje?
R: Es un actor con un talento fuera de lo normal y Ursula Meier, una directora que ha trabajado varias veces con él, me dijo que era un Stradivarius que vería como le iba a dar al personaje algo mágico y único. Trabajar con un actor como él hace que todas las tomas sean buenas. Como anécdota, hay un momento de la película en el que el protagonista lee una carta y como no se sabía el texto la leía de verdad habiendo un momento en el que se equivoca y lee una palabra mal, me gustó mucho ese detalle y al repetir las tomas me di cuenta que se equivocaba siempre en el mismo punto y al revisar la escena me di cuenta de que estaba actuando. Ahí fue cuando me di cuenta de que era un gran actor.

P: Hablaba del punto de vista masculino en la película, ¿no cree que eso será políticamente incorrecto para algunos espectadores?
R: Teníamos mucho miedo por eso y desde el principio hablamos con mujeres feministas ya que queríamos evitar cualquier tipo de mensaje contra derechos y libertades de la mujer como el aborto o la adopción, por eso desde el principio quisimos posicionarnos de tal manera que no hiciésemos ningún juicio sobre lo que hacían nuestros personajes. Como cineasta sólo quería trasmitir una emoción que cada espectador viviera de manera diferente y, por ende, le llevase a su propia reflexión y posicionamiento.