Jaume Collet-Serra es el ejemplo perfecto de que el sueño americano está al alcance de todo aquel que se lo proponga. Sin oportunidades en España, el director catalán decidió hacerse las Américas y puso rumbo a Hollywood. Tres películas después ha logrado alzarse con el primer puesto de la taquilla norteamericana en el fin de semana del estreno de Sin Identidad.
Pregunta: Antes de estrenarse aquí la película fue número uno en EEUU, ¿era el objetivo o ha sido una sorpresa?
Respuesta: No ha sido una sorpresa, no he hecho una película en mi casa y ha sido el número uno en taquilla en EEUU. Ése era el objetivo y lo hemos cumplido, y nada más. Hay películas donde se cumple o no. En la Casa de Cera o en La Huérfana nunca fue el objetivo ser número uno. No lo fue porque son películas de terror que salieron compitiendo con La Guerra de las Galaxias 4 y otras películas en medio del verano que… Pero esta sí, en esta era el objetivo.
P: Hasta ahora te has caracterizado por ser muy eficiente en los rodajes, siempre acabando antes de lo previsto.
R: Esta película lleva tiempo, lo que pasa es que se redujo por cuestiones de los actores. Nosotros teníamos presupuesto para rodarla, pero no teníamos actores. Y eso ocurre mucho hoy en día, que los actores vienen y tienes tantas semanas con los actores y tener el calendario de todos y mezclarlos es muy complicado. A mí me gusta rodar lo justo y ya te digo que en esta película no hay escenas extras, el DVD va a ser soso, soso, soso… No hay nada porque rodamos lo justo y, no sé, nunca he hecho una película de 80-90 días, pero me da mucha pereza rodar tanto tiempo. Yo creo que con 40-50 días ya se puede hacer una película buena.
P: La película adapta una novela de Dider Van Cauwelaert, ¿cómo le plasmó ésta en el guión?
R: Es un libro muy corto que el productor Leonard Goldberg compró hace mucho tiempo y contrató a unos escritores para que escribieran una versión de ese libro. El libro es un monólogo interno existencialista de un hombre al que le ocurre más o menos lo que le ocurre al de la película, pero en unos quince minutos. Pero luego, en vez de ir y resolver el problema, habla del problema. Va a casa de un médico, a casa de un psiquiatra, a un hospital… Y lo habla, lo habla, lo habla y cuando se da cuenta de lo que está pasando llama a la policía. Y ahí se acaba el libro, no hay nada de acción ni de trama. A partir de ahí escribieron un guión que me llegó a mí, aunque era un guión confuso, largo… No sabía bien si era una película de acción, una película de misterio… Era muy confuso. Pero vi el potencial, me leí el libro, y, del libro, pillé dos escenas (que en el guión estaban, pero estaban mal). La escena de cuando Liam va al laboratorio y tiene allí un enfrentamiento. Ésa está casi clavada al libro porque en el guión no estaba nada bien realizada. Y también el momento donde la mujer le dice: “No sé quién eres” y todo eso, no estaba bien hecho en el guión, pero sí en el libro. Aparte de eso contraté a otro escritor y escribimos otro guión.
P: Cuéntanos tu relación con Flavio, el director de foto. ¿Qué conversaciones tuvisteis para encontrar el look de la peli y, sobre todo, rodar tan rápido?
R: Sí. Con Flavio es muy rápido. Hemos hecho como 50 publicidades juntos y éramos amigos de antes. Creo que estaba rodando una publicidad en Toronto y él estaba rodando una película ahí y nos presentaron en un bar. Fuimos amigos durante un año, dos años, hasta que dije: “Tú eres de fotografía, ¿verdad? Tenemos que trabajar juntos”. Empezamos a trabajar y nos llevamos muy bien. Lo que me gusta de él es que es muy parecido a mí en la estética, que nos gusta mucho lo clásico, no nos gustan los trucos baratos, nos gusta mucho el cine de toda la vida y, sobre todo, currarte lo que haces importante y no perder el tiempo en lo que no es importante. Flavio sabe mucho de cine y es un colaborador como tiene que ser en todos los aspectos del director. Me decía: “¿Este plano qué cuenta?”. Estas preguntas que no sólo es iluminar, es más poder tener esa conversación con alguien sobre cine… Es nuestra segunda película juntos y no va a ser la última.
P: Dices que te gusta mucho lo clásico, ¿qué tipo de directores?
R: Pues, los clásicos (risas) Hitchcock, Kubrick, Polanski, Coppola, Scorsese… Películas en las que el director dirige, no que simplemente rueda. Que hay realmente un punto de vista; es lo que me gusta, lo que me gustaría llegar a ser como director. Y espero que con el éxito de ésta, y con un poco más de libertad, me dejen hacer cosas más interesantes en cuestiones de guión. Pero sí, yo respeto mucho a esos directores; me gustaría hacer películas como las de David Lynch, Doctor Zhivago, El Puente sobre el río Kwai… esas son las películas que me encantaría hacer.
P: No has mencionado ningún cineasta español…
R: El único que me gusta es Buñuel, pero ni me atrevería a hacer lo que hace Buñuel. A Buñuel le tengo demasiado respeto incluso para mencionarlo. Porque yo soy de cine más comercial. Buñuel hizo alguna película más comercial, pero era más un artista en mi opinión.
P: Sobre tus proyectos futuros… ¿puedes decirnos algo sobre Harker? ¿Qué punto de vista le quieres dar a esta nueva adaptación de Drácula?
R: Pues o la hago mucho mejor o la estropeo. No lo sé todavía (risas) Pero estamos intentando sacar a Drácula de la miseria en que está ahora mismo. ¡Estamos de los vampiritos! Todos modelos con el peinado así como… Warner Brothers y unos escritores, que son frikis, que adoran a Drácula y están super cabreados, queremos hacer una película que demuestre realmente que Drácula no está muerto. Vamos a intentar darle un golpe de efecto al libro cambiando personajes. Si lo vamos a conseguir o no, eso ya… Igual nos sentamos aquí dentro de tres años y me dices: «Pues la cagaste con Drácula».
P: En alguna entrevista has comentado al respecto que la novela te resultaba algo aburrida. ¿En qué aspectos te parece aburrida o crees que…?
R: La novela es una novela. La novela trasladada al cine hace otra película. Es a lo que me refiero. No es que te aburres leyendo el libro, es que si la trasladas y dices: «Quito todo esto que no se puede poner en una película porque entonces es una película de ocho horas», la esencia de lo que te queda no es una gran película. Puedes hacer cosas como Coppola, que es maravilloso, estaba enamorado de esa película cuando era pequeño, pero es una película de amor en cierta manera.
P: ¿Y qué tono estás buscando para Harker?
R: Estamos buscando un tono misterioso, de misterio, de thriller. Estamos buscando un tono de terror, pero de terror fuerte… es un poco como El Silencio de los Corderos para que te hagas una idea. Drácula, el siglo XIX, un poco también From Hell, Jack the Ripper, pero con el villano más hijoputa que hay (risas).
P: En estos últimos años se está viendo a muchos directores españoles como Bayona, Fresnadillo, Rodrigo Cortés… trabajando en Hollywood o que traen actores internacionales aquí… Esta alta estima hacia nuestros directores, ¿crees qué es porque se ha descubierto ahora que los españoles son muy buenos? ¿O simplemente es una moda, como lo fue en su momento el cine francés o directores italianos?
R: Yo creo que hay muy buena gente en España. Los que has mencionado y más. Hay mucho talento en España y el cine se está volviendo más internacional, los actores tienen menos miedo de ir a trabajar a España o a Francia, o a donde sea, con equipos locales y con directores locales y lo que ayuda es que los guiones sean americanos, o sea, lo que es difícil es pillar un guión español y traer a los actores americanos. Pero bueno, Bayona lo hace, así que no sé, no es imposible, pero la colaboración entre guionistas americanos y directores españoles creo que es una buena combinación para hacer el cine más internacional. El objetivo es ese básicamente. El objetivo es simplemente ese, juntar los dos mundos. Porque hoy en día, entre las subvenciones de uno, el dinero del otro sitio… casi que sólo puedes levantar la película si es algo internacional. Ya no funciona una película que sea sólo de un sitio, se vuelve demasiado caro y luego no tiene salida y, en cambio, si pones a un actor de este país ya es más fácil venderlo en este país, si es en inglés ya es más fácil que vaya por todas partes… Y los directores españoles que hay ahora son maravillosos.
P: Cuéntanos algo acerca de Ombra Films, cuáles son las intenciones que tienes con ella, el tipo de películas que produciría…
R: Yo creo mucho en el sistema americano… a mí me ayudaron. Hay un sistema donde se ayuda y se motiva a la gente joven y ves que hay una salida y con esfuerzo vas a subir en tu carrera. Quiero llevar ese sistema aquí, a España, no quiero hacer otra cosa. Y creo que la gran diferencia entre España y EEUU es la figura del productor, yo creo que el productor es muy diferente. Yo he aprendido, gracias a Dios, con Joel Silver, que es un super-productor que conoce mucho de cine, es respetuoso con los directores, sabe llevar cualquier situación en cualquier película… Y como productor, me gustaría poder ofrecer eso a una nueva generación de directores. Y si son españoles, mejor. Y si podemos crear un poco de industria en España, pues mejor. Pero siempre desde el punto de vista americano.
P: Porque aquí quizá el productor no interviene, ¿no?
R: Sí. El productor se mete donde no se tiene que meter y donde se tiene que meter, no se mete. Cuando hay problemas se va, cuando todo está bien se mete ahí… ¿Cómo se llega a ser productor? ¿Qué te da el título? Yo creo que todo tiene que empezar por tu amor en el cine y es algo que respeto mucho, por ejemplo, con Joel, que sabe de cine más que nadie, es una enciclopedia de estas, y sabe cómo hacer una película, todos los aspectos. Si yo estoy allí, en el rodaje, él puede venir y acabar la película si quiere. Y eso es, un poco, lo que un productor tiene que hacer. Tiene que saber más que nadie, para ayudarte donde lo necesitas y para saber salir cuando no hace falta que esté.
P: ¿Cómo trabajarías en Ombra? ¿Productor, director/productor?
R: De productor/director en mi propia película lo haría sólo como cuestión de título. Si yo mañana hago una película con Joel y yo le digo: «Joel, ¿sabes qué? Quiero ser productor también» y Joel me dice: «Ya es la cuarta película, vale. Te vamos a poner de productor, vamos a producir juntos». No cambia nada, ¿sabes? Yo ya me siento que soy productor con Joel. Y es una cuestión de título, yo tengo tanta libertad en todo que me siento ya que soy productor; con el casting, con el guión, con el corte, con todo… No cambiaría absolutamente nada. Cuando eres productor sólo más que nada ofreces lo que haga falta. Como dicen en EEUU: «You get shit done«. Es lo que haces. Donde haga falta, un consejo, por mi nombre, por hacer una llamada… Al final es llamar a un agente, llamar a un actor: «Oye, léete estos…». Hacer que las cosas se muevan, porque si tú mañana dices: «Tengo esta película y quiero que este actor lo lea»… Si llama alguien desde España, pues van a decir que no, no sabemos quién es. Si llamo yo igual ya lo mueven. Si llama Joel Silver, el cabrón ya se lo ha leído. Eso es ser productor y ese es el nivel donde quiero llegar. Ya te digo, si puedo ayudar a alguien en el proceso, encantado.
P: Sorprende que tras cuatro películas en EEUU aún no hayas trabajado en España
R: A ver, ha habido gente que se me ha acercado, no voy a dar nombres, y me he relacionado con gente, hemos mirado proyectos y cosas de aquí. Siempre en inglés, pero que bueno, se podría decir que sí, es una película española… Y he salido corriendo.
P: ¿Por qué?
R: No me fío. Porque no, porque mucha promesa y luego… Yo cuando hago una película hay un guión y si ahí pone que el helicóptero se estrella yo voy a estar allí y el helicóptero se va a estrellar. No es como que: «El helicóptero no vino… A esta hora a ver qué hacemos porque no…». Luego falta un día de rodaje y ha habido un problema…
P: Existe la impresión de que aquí se improvisa mucho.
R: Sí. Y yo no improviso. Improviso lo justo para divertirme, pero no para solucionar un problema que ha habido de último momento, de dinero normalmente o de cuestiones de este tipo. Por eso, yo no me veo como director, no me quiero arriesgar a meterme en un proyecto donde no voy a tener las herramientas a las que estoy acostumbrado. Es básicamente eso. Si alguien me dijera: «Pues sí, vas a tener todo», que puede ser, ¡eh! Que hay muchas películas de aquí, de los productores que están saliendo que hacen grandes películas… pues igual sí me lanzo.
Fotos: Daniel Lobato
Transcripción: RJ Prous
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