El Festival de Nocturna fue el marco elegido para que el cineasta norteamericano Jesse Peyronel presentara su primera película, Siren. Un título que se engarza en la sci-fi / fantasía más intimista y que cuenta con Vinessa Shaw y Robert Kazisnky (a quien pronto veremos en la esperadísima Pacific Rim de Guillermo del Toro) como protagonista. Como el ajetreo de los festivales a veces dificulta el trabajo, y con el ánimo de hablar en profundidad de Siren, esta charla la mantuvimos en dos tandas, una primera tras la premiere de la película, y otra segunda este 4 de julio. Sin más, os dejamos con ella íntegra.
Pregunta: ¿De dónde surge esa idea de coger el mito de la sirena y convertirlo en algo más físico, más médico, por así decirlo?
Respuesta: Siempre me han fascinado las historias de hadas y temas así. Ahora además están surgiendo muchos proyectos que son similares, series como Grimm o Érase una vez. Y me gustan programas como Los límites de la realidad o los cómics de X-Men, que siempre trataban unos problemas que eran muy humanos. Me gusta la ciencia ficción y la fantasía cuando es una cosa que, como personas normales, podemos entender y sentir como algo más científico, que podría ser real. Yo quería contar una historia que era muy personal y la idea me vino –aunque suene muy extraño– en un sueño. En él había una mujer misteriosa que podía seducir a cualquier persona, ya fuera hombre o mujer. Y esa idea, ese sueño, lo combiné con la historia de la sirena de la mitología griega y salió la historia.
P: El tono de la película es muy intimista, cuentas prácticamente con solo dos personajes. ¿A qué responde esta decisión? ¿Era algo que te pedía la historia?
R: Quería hacerlo así por dos diferentes razones. He hecho cortometrajes y ahora escribo para televisión, estoy escribiendo un programa que se llama Drácula –que se va a estar en EEUU e Inglaterra este otoño y creo que vendrá también acá–, pero esta es mi primera película. Quería dirigir algo más pequeño, sin demasiados efectos especiales y cosas así. Pero tampoco sabía si podía conseguir el dinero. Odio las películas de Serie B, que son películas de acción, horror o lo que sea, que parecen baratas y malas. Prefiero gastar mucha menos plata, pero que parezca una película profesional. Esta parece una película de verdad, hay solo dos personajes, tienen un tema personal, y creo que la gente que la ve no se preocupa de si parece una cosa barata y yo tampoco.
Después estudiar cine en la NYU conseguí los derechos de un libro de Chuck Palahniuk –el autor de Fight Club– e iba hacer con eso mi primera película, pero iba a costar más o menos 7 millones de dólares y era muy difícil hacerla. Tenía actrices como Jessica Biel para el proyecto, pero ni con ella podíamos conseguir el dinero. Durante 6 o 7 años intenté hacerla, pero no pudo ser y escribí esta película, una más pequeña pero también más personal. Fue mi reacción a ese problema. Era mucho más fácil conseguir el dinero para hacer una película con dos personas.
P: ¿Sigues teniendo los derechos de esa novela?
R: A lo mejor la hago algún día, pero es muy difícil. Se llama Monstruos Invisibles…
P: … Me encantó ese libro.
R: Buenísimo, a mí también. Por eso lo quería hacer. Es de una modelo que por un “accidente” se queda desfigurada, sin mandíbula… La mitad de la película era en flashback, con ella muy bella, y la otra mitad era cuando tenía el velo en la cara. A lo mejor algún día. Me gustaría hacerla, pero nunca se sabe.
P: Siren me ha recordado mucho a Nunca me abandones y esa ciencia ficción más intimista. En tono, intenciones, incluso a nivel visual, fotografía…
R: Es buenísima esa película. En la música estuvimos un poquito inspirados por ella. Para preparar la película le di a mi director de fotografía unas cinco películas y esa era como una referencia de Siren, pero creemos que el tono cambia un poquito. Al principio es un cuento de hadas, en el medio como más romántico y termina como un thriller. Y yo quería que los colores y todo cambiara un poquito, no que fuera super obvio. Los colores al principio son más de tonos rojos y marrones, y después son más azules, amarillos, más fríos.
P: Otro título que me viene a la mente es Otra Tierra, por ejemplo.
R: Esa película la hicieron unos amigos míos. Cuando escribí el guión de Siren, un mes después, vendí un guión para un piloto de televisión y estuve trabajando para la televisión los últimos cuatro años. Dejé el guión aparcado en casa y mis amigos fueron a Sundance –hace dos años y medio ya– con Otra Tierra, Like Crazy y Sound of my Voice. Esas tres películas las hicieron amigos míos y las hicieron todos con similares baches que nosotros. Y ellos lo hicieron, con lo que yo tengo que hacer mi película; o sea, que fui inspirado por esa película.
P: Háblanos del tono de la película.
R: Yo quería hacer una película en la que el tono fuera cambiando. Que empezara como un cuento de hadas y que el drama fuera cambiando a una película romántica y terminara como un thriller. Esto es lo que quería hacer, era la idea que tenía antes de filmar. Pero una vez hecha, la película tiene todavía un poco de eso, pero aprendí que tienes que tener un poquito de thriller en toda la película porque si no el cambio de tono sería demasiado drástico y no funcionaría. Cuando la ves, tiene todavía esos detalles, como los colores, que van cambiando, la música, la luz… de un tono más romántico con muchos rojos, amarillos… pero hacia el final tira más hacia el thriller, cambiando a los azules, verdes… Los detalles son sutiles.
P: Háblame de la elección de Vinessa Shaw, que además de protagonista figura en los créditos como productora asociada.
R: La conocí como se hace normalmente, a través del director de casting. Y la verdad es que al principio estaba nervioso porque yo quería una chica más fea, muy normal y para nada tan linda porque todo el mundo la ve bella (al personaje). Quería a una actriz un poquito más fea y tenía una en mente –pero no puedo decir su nombre–, pero mis productores y los directores de casting, que eran todo mujeres, me decían “necesitas a alguien por lo menos un poquito linda porque si vas a estar mirando la película durante 90 minutos no quieres mirar a una persona fea”.
Me encontré con Vinessa, de quien era muy fan, ha trabajado con Stanley Kubrick… Y es super simpática y muy profesional. Es el tipo de actriz a la que le podés decir “quiero otra toma, pero esta vez piensa en tu padre que se murió” o “vamos hacer otra toma, pero esta vez a 20% más rápido”. Y lo hace. Es tan profesional que se lo puedes decir; te escucha y te lo da en la escena, buenísima. Y él también, Robert Kazisnky. Es nuevo en el sentido de que no lo conoce mucha gente, pero ha trabajado mucho en televisión en Inglaterra, es inglés, pero ahora va a estar en la película de Guillermo del Toro, Pacific Rim, donde es el mejor amigo del protagonista. Pero como el Val Kilmer de Top Gun. Es un malo al principio, pero cuando termina la película se hace el mejor amigo del prota. También va a aparecer en la nueva temporada de True Blood como el nuevo líder. Creo que vamos a ver mucho de él.
P: Cuando veía a Vinessa precisamente pensaba en eso que comentas, creo que habría sido más interesante tirar por chica menos guapa.
R: Le quitamos el maquillaje y esa es una de las cosas con las que jugamos cuando el tono cambiaba. Después de que ella le besa a él dejamos que se ponga un poquito de maquillaje. Yo pensaba en ella como una chica que nunca se pone maquillaje porque nadie la ve nunca de verdad. Pero después, cuando está enamorada, piensa –es un cliché– como una mujer normal que “necesito comprar maquillaje”. Cambia un poquito, pero al principio está un poquito, por lo menos, sin maquillaje.
P: Me parece muy original el concepto de como cambia la visión de cada persona al verla. ¿Fue una idea que estaba clara desde el principio, surgió durante el rodaje…?
R: Es el centro de la idea. Yo no quería hacer un efecto especial, sino sólo cambiar el ángulo de la cámara y utilizar a otra actriz. Eso es lo que queríamos hacer, nada de hacer un morphing o lo que fuera. Al final lo estuvimos pensando, cuando él estaba en el hospital, pero no. Me gusta mucho más que sea orgánico, pensando en películas como Nunca me abandones o las de Kubrick… Pero sí hay muchos efectos en la película, hay como 83 shots que tienen su efecto. Aunque son cosas chiquitas, como el mensaje en el celular, que lo pusimos después. O todos los monitores. Son, como digo efectos más chiquitos.
P: Retomando un poco el tema del casting, cuando les diste el guion a los actores, también les pasaste un link con un paquete de imágenes, canciones… ¿cómo se te ocurrió la idea? ¿Qué querías que encontraran?
R: Era mi primera película. Quería darles a los actores –también a los productores– un poquito más de confianza en mí. Al hacer estos paquetes con música, imágenes y demás, les podía dar una idea audiovisual de la película. Primero hice un mixtape con temas de bandas que me gustaban que al escucharlas al tiempo que leías el guion, te dieran una idea del tono de la película. Había muchas instrumentales, de películas, pero también canciones de la banda con la que después trabajé para hacer la música de Siren. En cuanto a las imágenes, eran de otros films, de pinturas, arte… que dieran el tono de la película. Es algo que me gusta hacer en todos mis proyectos.
P: La opción de presentar Siren en Nocturna, ¿cómo surge?
R: La terminamos hace un mes, más o menos. No es como cuando haces una película con un presupuesto gigante que tienes que esperar a que la gente pueda hacer el trabajo de calidad, y lleva su tiempo. Yo viví aquí hace 20 años, quería volver a España y me dijeron que estaba este festival, me quisieron invitar y me hizo muy feliz la posibilidad. Ahora queremos hacer unas premieres en Europa y en Estados Unidos, tenemos que planear y ver como va saliendo. Esto era un preview screening, porque queríamos dar esta película al público español para que la vieran. Y estoy muy agradecido porque parece que a la gente le gustó.
P: Háblanos del diseño del cartel con el que habéis presentado la película. ¿Será el diseño que se usará en el futuro estreno comercial?
R: A lo mejor usamos una versión de ese para el estreno. El diseñador es una amigo mío que trabaja para la empresa que ha hecho los carteles de las tres últimas películas de David Fincher. Él ayudo en el diseño de los carteles de Millenium y La red social. Nos ha hecho el póster como un favor, para ayudarnos. Pero no está terminado, es una imagen temporal para el Festival.
P: Dejando la película a un lado… Como seguidor de los X-Men, ¿cómo valoras el boom de los superhéroes tanto en cómics como en el cine? ¿Es sostenible este nivel de superproducciones? ¿Hay mercado?
R: Pienso que esas películas las tienes que ver individualmente, como cualquier otra. Las películas de superhéroes son un género, nada más. Habrá películas de superhéroes siempre, pero las tienes que ver de forma independiente. Por ejemplo, las películas de Batman de Christopher Nolan son buenas películas. Tienen unos guiones buenísimos, él es un gran director… pero no las puedo comparar a la última de Spider-Man, por ejemplo (que no me gustó mucho, la verdad). Si una no funciona no creo que eso mate al género. La mayoría de estas películas se hacen porque a la gente les gusta y también porque los efectos especiales están mucho más avanzados, se pueden hacer cosas que hace 20-25 años no se podían. Esos cómics tienen como 50 años, Spider-Man y los X-Men nacieron en los años 60, pero es en los últimos diez años cuando por primera vez podemos hacer películas que parecen realistas. Para mí esa es la diferencia de las películas de hace 20 años y las de ahora. Por eso tenemos más películas de superhéroes. No solo porque hay unos hits como Batman o X-Men, sino porque podemos hacerlas.
Para mí, vamos a continuar haciendo estas películas de superhéroes, pero habrá éxitos y desastres. Porque si los guiones no son buenos, las películas no son buenas. Es lo mismo que Star Wars, que ahora dice Disney que va a hacer una película al año o cada dos máximo. Mucha gente se está preguntando por qué y yo digo por qué no. Si los guiones son buenos, así como los directores y los actores, a mí me gustaría ver una película de Star Wars cada dos años. Pero si son malas, no claro. Hay material, muchos cómics y libros que podrían ser buenas películas.
P: También hay que tener en cuenta ese difícil equilbrio entre contentar a los fans y llegar a un público nuevo, ¿no?
R: Sí, pero tienes que tener imaginación y entender que algunas cosas que les gustan a los fans (incluyéndome a mí), no funcionan en el cine. Por ejemplo, una película que para mí intentó satisfacer demasiado a los fans fue Watchmen. Wathcmen era muy linda para mirar, era exacta al cómic, más o menos, pero el tono no funcionaba mucho para una película. No sé si es posible hacer una adaptación de Watchmen que tuviera más éxito. No sé si es posible. A lo mejor no. Pero en los cómics hay muchos títulos, muchas historias de X-Men, por ejemplo, que no se han adaptado y lo harán algún día. Los 4 Fantásticos también podrían tener unas películas muy interesantes. Lo que no me gusta es cuando cambian cosas sin razón o sin lógica. Por ejemplo en las películas que hicieron de Los 4 Fantásticos, usaron a Jessica Alba y la pusieron rubia, no es rubia de verdad. O Johnny Storm. Parecía todo falso, parecía ridículo (ríe).
P: ¿Hay algún personaje que te gustaría ver en cine? Ya sea como espectador o incluso haciendo tú la película?
R: Me gustaría hacer la película de Daredevil. Ya la hicieron con Ben Affleck y me gusta mucho él, pero no me gustó esa película, no creo que tuviera nada que ver con el cómic. Daredevil es uno de mis favoritos, pero el tono es mucho más oscuro y violento. Y me gusta mucho, es interesante. Si tuviera la oportunidad me gustaría hacer esa película. Y la verdad es que me gustaría hacer Batman algún día. A lo mejor en diez años (ríe). Batman es uno de los mejores, y creo que Christopher Nolan hizo algo alucinante con el personaje. Pero hay oportunidad de hacer otras historias de Batman. Otra versión, algo quizás más íntimo. Es uno de mis favoritos.
Fotos cedidas por Jesse Peyronel
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