Norma Editorial apuesta por un tomo en cartoné para presentarnos el mejor complemento posible para su afamada serie El Departamento de la Verdad: Un completo bestiario que repasa algunas de las más llamativas y famosas leyendas urbanas y criaturas mitológicas que forman parte del imaginario popular con, eso sí, especial atención a aquellas más predominantes en la cultura de EEUU (como no podía ser de otra forma al tratarse de una obra de aquel país).

«… la recomendación de este agente es que se formule una explicación más creíble que la de una cría de alce extraviada«

Como hemos indicado tanto en el título como en el párrafo anterior, tenemos entre manos un bestiario, es decir, un compendio que recoge a las principales criaturas de carácter fabuloso o fantástico que «habitan» en nuestro mundo. No es un cómic (aunque algo tiene, como ya explicaremos más adelante). Presentado como un dossier del propio departamento, este libro recopila diferentes leyendas o mitos (llamadas aquí ficciones salvajes), las cataloga según su clase (puede haber de tres tipos) y detalla su naturaleza y orígenes.

James Tynion IV, su autor, hace continuas alusiones a los agentes de campo del Departamento de la Verdad para estrechar lazos y crear una comunicación con el cómic del que parten estos textos, pero por lo demás, este libro podría funcionar perfectamente como cualquier otro bestiario que podemos encontrar en librerías, como Animales que no llegaron a existir, de Zoe Berriatúa; o la ya clásica Guía ilustrada de monstruos y fantasmas de Japón, de Sekien Toriyama. Todas las criaturas reseñadas por Tynion «existen» y los textos no intentan contar un relato fabuloso en torno a ellas, sino que pretenden quitarles ese halo de misterio explicando de dónde surgen y porqué se han vuelto tan populares o han calado tan hondo en nuestro imaginario colectivo acudiendo a casos reales y datos contrastables con una rápida búsqueda por Internet.

Este esmero por dar verosimilitud al dossier de las ficciones salvajes es lo que la convierte en una lectura recomendable para el público ajeno a la serie; teniendo en cuenta, eso sí, las licencias y referencias que hace hacia el Departamento de la Verdad y sus agentes. Ante todo no podemos olvidar que estas fichas provienen directamente del cómic, aunque en su versión original, pues en España, Norma decidió no incluirlos en la recopilación que está llevando a cabo de la colección. Es por ello que tras el compendio se incluyen los capítulos en donde aparecía aquel, esto es, los números #10-11 y que si os lo estáis preguntando, ya fueron recogidos en el segundo tomo de la serie, de tal forma que os encontraréis con material duplicado.

Antes de finalizar conviene darle un tirón de orejas a los correctores de Norma, pues el libro contiene bastantes errores. Desde nombres mal escritos a fallos gramaticales o palabras duplicadas, signos de puntuación bailables y alguna traducción literal palabra por palabra que entorpece su sentido en castellano. Capítulos como el dedicado a El Bloop son sangrantes en este sentido. En otros encontramos algún error puntual y en otros tantos el trabajo es excelente, como suele ser habitual en la editorial. Y es por ello que sorprende el poco cuidado que denotan algunos pasajes de esta edición.