«Las suelas de la KGB no están tan limpias como dicen«

Allá por agosto de 2017, hace ahora la tontería de casi siete años, pasé unas tardes fresquísimas jugando con Luis Olmedo (antiguo colaborador de esta revista y líder espiritual de Supercómic Radio) al Kholat, un juego en primera persona en el que te ponías en la piel de un investigador que trataba de desentrañar uno de los misterios más apasionantes y que más pesquisas han suscitado de todo el siglo XX: la muerte de nueve alpinistas soviéticos en los Urales durante la noche del 1 al 2 de febrero de 1959. El juego, del que después haríamos un vídeo en nuestra línea de gente analfabestia y sin cultura, nos dejó el culo bien torcido y nos proporcionó más de un susto y más de un sobresalto, pero también picó, y con ganas, mi curiosidad acerca del tema.

Ahora Norma Editorial pone a la venta El Misterio del Paso Diátlov, un cómic escrito por Cédric Mayen y dibujado por el español Jandro González, y un servidor no puede sino volver a calzarse las botas de nieve para investigar lo inexplicable a los pies de la Montaña de la Muerte (Jólat Siajl / Kholat Syakhl en idioma mansi, que es el que hablan las tribus de aquella zona de los Urales). Y vuelven a mi mente los silencios y el sordo crujir de la nieve bajo mis pies de cuando jugaba a aquel juego en una tórrida tarde de verano. Y vuelven a mí la curiosidad, las dudas y las preguntas sin respuesta, a través de una historia que se lee del tirón sin casi respirar entre medias y que deja muy claro que, por mucho que se haya investigado todo desde entonces, aún quedan (y quedarán) muchas preguntas sin respuesta dado que cada hipótesis en torno a todo este suceso basa su funcionamiento en obviar algún detalle que resulta del todo inexplicable y aún sigue sin haber una sola historia que sea capaz de unificar todos los hechos que quedaron documentados.

«Mientras lo sigan encubriendo, este asunto no se resolverá jamás«

Mayen y Jandro hacen un trabajo excelente al trasladarnos a la Rusia de finales de los años cincuenta, con todo lo que históricamente ello conlleva. La investigación oficial, el secretismo posterior, lo que se sabe a ciencia cierta, lo que quedará por siempre en el olvido de quienes fallecieron… El Misterio del Paso Diátlov merece ser leído por sí mismo, como una ventana al pasado de una nación que sigue hoy (por desgracia) en boca de todos y como una puerta a partir de la cual adentrarse en el sinuoso sendero del misterio que da nombre a este cómic dado que la manera en que el guionista y el ilustrador conciben este álbum no pretende despejar cualquiera de nuestras dudas, sino alimentar nuestra imaginación y nuestra hambre por conocer más.

El Misterio del Paso Diátlov

Parta acentuar estos sentimientos, los autores (y la editorial, claro) completan el cómic con una colección de extras fantástica. Aparte de una breve (y estupenda) galería de diseños e ilustraciones de Jandro, tenemos un dosier de información sobre el llamado Incidente del paso Diátlov que incluye entrevistas y explicaciones detalladas sobre los fenómenos que se pudieron dar en la zona para ayudarnos a comprender no sólo lo que pudo haber detrás de este caso, sino también la magnitud del mismo y los ríos de tinta que ha suscitado desde entonces y hasta hoy, sesenta y cinco años después de que tuviera lugar.