Imposible no titular el repaso al último volumen de la recopilación de Amanecer de X de Panini Cómics haciendo mención a Kate Pryde, alma de los Merodeadores krakoanos junto a Emma Frost. Este penúltimo tomo de Amanecer de X marca el regreso de Gatasombra, dando respuesta al porqué de la incapacidad de los protocolos de resurrección para traerla antes a casa; señala a Lobezno su enemigo en la saga en curso; y ofrece un nuevo Giant-Size escrito por el patriarca krakoano, Jonathan Hickman.
«Y esa cría creció y se tatuó los nudillos«
Pero son Factor-X quienes abren el tomo con nuevo capítulo que explora los modos del Mojoverso, sospechosamente interesados en el grupo y en su investigación en curso. Leah Williams propone una aventura que se sigue con cierto interés, pero que no termina de enganchar del todo. ¿Por qué? Porque a diferencia del resto de cabeceras presentadas hasta la fecha en el skyline krakoano, Factor-X exige demasiados conocimientos previos respecto a personajes y circunstancias, restando implicación del público menos curtido.
Le sigue Lobezno, donde Benjamin Percy encara los preparativos para el inminente choque de Lobezno y la amenaza vampírica. Sigue jugando con ciertos elementos del terror, pero con el mutante de las garras de adamantium en modo heroico, estos quedan relegados a imágenes contextualizadoras del peligro al que se enfrentan los mutantes. Capítulo interesante para darle profundidad a la saga y para explicar las motivaciones de los vampiros y su incipiente nación.
«Te encanta, Te encanta mi chiste malo«
En Nuevos Mutantes Ed Brisson hace justicia. A veces, aunque solo sea en la ficción, la desinformación, el hostigamiento en redes y las fake news obtienen una respuesta contundente. Lamentablemente es ficción y las cosas en la vida real no se arreglan con tanta facilidad. Aunque el gran descubrimiento de Brisson en este número (más allá de apuntar una posible derivada de cara a próximas aventuras) es Glob. El abrazo en el que se funde con Magik al final del capítulo lo sentimos todos. Y todos hemos sentido alguna vez su ira y su fragilidad. De eso trata la Patrulla-X, de empatizar y comprender, de sentirnos menos solos.
Y llegamos al clímax del tomo: el retorno de la reina roja. Kate Pryde vuelve con nosotros y tiene sed de sangre, aunque esta la veremos en próximos capítulos. De momento nos dedicamos a disfrutar y emocionarnos con el trío formado por Gerry Duggan, Stefano Caselli y Matteo Lolli, que en los dos capítulos aquí recogidos narran el proceso de resurrección de Kate y el consiguiente final del duelo de su familia (con Rondador Nocturno y Emma Frost como figuras más afectadas). La tristeza de los números precedentes va mutando en rabia y en entusiasmo por la inminente venganza. Las reinas van a disfrutar de lo lindo con el plato bien frío que están preparando y que no tardaremos mucho en degustar. Se acerca X de Espadas y hay que ir cerrando tramas.
Para el broche, otro que no podía perderse la fiesta: Jonathan Hickman. El patriarca krakoano avanza en el puzle que es el relato que viene contruyendo en los diferentes Giant-Sizes. Este último, protagonizado por Fantomex, aparte de recorrer algunas destacadas etapas marvelitas (desde visitar a los Comandos Aulladores a mostrar a los Cíclope y Lobezno de New X-Men) establece las imprescindibles conexiones con el one-shot que protagonizaran Emma y Jean Grey hace ya algunos números y que concluyera con la revelación de que Tormenta se estaba muriendo. Las piezas ya encajan y en el próximo volumen conoceremos el desenlace.
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