El manga La blancanieves pelirroja es una de las apuestas más frescas de Norma Editorial en el terreno del shojo. Una aventura que parte del cuento clásico pero que retuerce sus tropos para dar lugar a un relato totalmente nuevo capaz de engatusar al lector más exigente. Y lo hace sin más pretensiones que la de entretener y construir una protagonista con carácter y muy resolutiva, capaz de enfrentarse y superar cualquier obstáculo que se cruce en su camino.

«¿Qué estás haciendo en esta parte tan profunda del bosque?«

La obra nos presenta a Shirayuki, una joven aspirante a boticaria que decide escapar al reino vecino después de que el príncipe Raj quisiera desposarla en contra de su voluntad debido a una característica muy especial que posee la chica: su pelo es rojo como una manzana. En su nuevo hogar, libre de ataduras y con el futuro por delante, vivirá un montón de aventuras junto a Zen (otro que también es príncipe) y diferentes personajes con los que se irán encontrando. Tratándose de un shojo es evidente que el componente amoroso está presente, pero siempre como un aspecto complementario, nunca como motor de la historia. La protagonista muestra el carisma suficiente como para no depender de este aspecto para desarrollar todo su potencial.

Otro de los aspectos más interesantes que nos plantea La blancanieves pelirroja es el uso de la imaginería medieval y de cuentos de fantasía occidental representados según la idiosincrasia nipona. Así, a nivel visual no faltan los lugares comunes, pero ahí radica también parte del encanto de una obra a la que le gusta jugar con los tópicos del clásico cuento.

Como curiosidad -para bien y para mal- la mangaka Sorata Akiduki tiende a usar la primera página de cada capítulo para hacer un recordatorio de lo narrado hasta ese momento. Si bien es una decisión que puede entorpecer el ritmo de la narración, no hay que olvidar que los mangas, antes de ser recopilados en tomos se publican en revistas especializadas (como la española Planeta Manga) y que solo después de alcanzar X capítulos comienzan a editarse de forma independiente. Así mismo, en algunos (no en todos) la autora incluye pequeñas anotaciones sobre el proceso creativo y su experiencia respecto al mismo; y es que resulta que La blancanieves pelirroja es su primera obra y está encantada de compartir su emoción con los lectores.

En definitiva, si buscáis una aventura amena y ligera, con una protagonista carismática y tenéis paciencia (la serie es larga), La blancanieves pelirroja es una apuesta segura.