Norma Editorial nos trae en un doble formato (edición en rústica y en cartoné) la adaptación al manga de la televisiva Sherlock, de Steven Moffat y Mark Gatiss con Benedict Cumberbatch y Martin Freeman como principales protagonistas. Después de tres entregas nos llega Escándalo en Belgravia, que revisiona el primer capítulo de la segunda temporada de la serie de BBC. Sin embargo, a diferencia de lo sucedido en Estudio en rosa o El banquero ciego, Moffat y Gatiss (que también se encargan de la versión comiquera) apuestan por dividir la historia original en dos partes para disponer de más espacio desde el que abordar el argumento.

Sherlock se está haciendo famoso gracias al blog de John, en el que relata cómo van resolviendo una serie de casos complicados. Sin embargo, un escándalo amenaza a la familia real y acuden a ellos para que solucionen ese asuntillo… Se trata de recuperar unas cuantas fotografías comprometidas que se hallan en manos de una tal Irene Adler; no obstante, esa tal señorita Adler resulta ser una mujer lista, atrevida y peligrosa…

Con esta sinopsis se entiende la decisión de los autores de alargar los tempos de la adaptación. Los protagonistas se encuentran en un punto de inflexión y hace entrada en sus vidas la misteriosa Irene Adler, quien lejos de pasearse por ahí sin más. toma un gran protagonismo en esta aventura. Lo normal en el trasvase de historias del cine o TV a las viñetas es una condensación de las historias, muchas veces traumática, perdiéndose parte de los matices de la obra original respecto a la definición de los personajes. Lo que suele primar es la traslación de la estructura básica de la historia y los grandes hitos de la misma. Gatiss y Moffat quieren, al contrario, dar espacio a dichos matices para conservar el carácter de su creación y que este viaje al mundo comiquero no ya sume o complemente a la experiencia televisiva, sino que se viva como una experiencia completa.

Si no conocéis la serie o no habéis leído ninguna de las entregas anteriores del cómic, no os desaniméis. ¿Quién no ha oído hablar de Sherlock Holmes o el doctor Watson? Con eso tenéis más que suficiente. Además de ser personajes muy icónicos a los que de una u otra manera todos tenemos en nuestro imaginario, los diferentes capítulos de Sherlock funcionan muy bien de forma autónoma aunque haya una base de fondo común a ellos. De esta manera, la entrada al mundo de Sherlock a través de Escándalo en Belgravia no es nada traumática. Los personajes están muy bien escritos, el misterio que tienen entre manos resulta muy interesante y el desenlace nos deja ansiosos de más emociones. ¿Qué más se puede pedir a un cómic?