‘Sherlock: La novia abominable’: El triunfal regreso de Sherlock Holmes

Se dice rápido y pronto. Sherlock, la genial serie de la BBC, ha tardado nada más y nada menos que dos años en mostrar nuevo material. Así de simple. ¿Por qué ha tardado tanto? Porque a raíz de su éxito sus dos protagonistas, Benedict Cumberbatch y Martin Freeman, han visto cómo sus carreras cinematográficas han despuntado de tal manera que han aparecido con personajes importantes, en sagas como Star Trek o El Hobbit. Pero, gracias al cielo, han encontrado hueco para volver a ilusionar a los millones de fans de Sherlock con un especial navideño que sabe a poco. No porque sea decepcionante, que no lo es, sino porque ahora toca volver a esperar otro año hasta que veamos la esperada, ansiada y deseada cuarta temporada de Sherlock. Y sé lo que queréis saber, ¿merece la pena el episodio especial? Sí. Mucho.

 

Martin Freeman y Benedict Cumberbatch en Sherlock: La novia abominable

Martin Freeman y Benedict Cumberbatch en Sherlock: La novia abominable

 

Siempre ha estado la petición por parte de los millones de fans de ambientar una de las historias de Sherlock en la época del s. XIX, época donde se concibió al famoso detective. Es por ello que, tanto Steven Moffat y Mark Gatiss, han querido que este especial se desarrollara en gran parte de su historia en la época del s. XIX. Pero no todo. El especial une cabos sueltos por la tercera temporada, y por todas básicamente, ya que al inicio del mismo vamos viendo que ha ocurrido en las tres temporadas de Sherlock y llegar a ese final (Spoiler) en donde Moriarty regresaba después de estar dado por muerto. Todos esto consigue que desemboquemos en esa Inglaterra de carruajes y de misterios. Y todo es tranquilo, hasta que en cierto punto regresamos a la época moderna, para hacernos ver que Sherlock está soñando porque es (Spoiler) un drogadicto que se mete para concentrarse más. Y así desembocar en un final, donde la frase “Sé dónde hay que ir” sirve para poner los dientes largos, pues es sinónimo de que la cuarta está en marcha.

 

Sherlock: La novia abominable tiene un guion bastante tramposo. Esta ha sido una de las quejas que han tenido los espectadores del especial, pues les ha dejado con más preguntas que respuestas. Quien no haya visto nada de Sherlock hasta este especial, se perderá del todo, pero puede atisbar cierta luz. Este capítulo sirve para poner a los espectadores en alerta después del final de la tercera temporada. Une los cabos sueltos, explica ciertas hipótesis y consigue dar luz en aspectos importantes. Es ágil, divertido, entretenido y se pasa volando. Es la primera vez que veo a un Sherlock bastante perdido en su búsqueda, que no sabe muy bien que opinar sobre lo que ocurre fuera, que no sabe por dónde empezar y qué camino seguir. Y esto lo veo un acierto, pues la tercera temporada lo dejó caer, que próximamente veremos a un Sherlock más perdido y que necesitará más que nunca la ayuda de sus compañeros, sobre todo del Dr. Watson.

 

Sherlock en Sherlock: La novia abominable

Sherlock en Sherlock: La novia abominable

 

Pero he de decir, que La novia abominable no es el mejor capítulo de la serie. Si convence por ser lo que es, pero en muchas ocasiones recicla ideas de capítulos pasados, dejando un halo de que eso ya lo hemos visto que puede echar para atrás. Eso sí, visualmente podemos estar ante el mejor episodio de Sherlock, compitiendo con Los sabuesos de Baskerville (de la segunda temporada). Benedict Cumberbatch y Martin Freeman siguen estando estupendos. Son dos actorazos y cualquier cosa que se diga negativa de ellos es no tener idea. Aquí vuelven a ser los mejores Sherlock y Watson de la televisión. Y no hay discusión. Sherlock: La novia abominable sirve como entremés a una comida que va a tardar en llegar, pero que seguramente sepa mejor que nunca.

Acerca de Christian Leal

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Desde niño me apasioné por el séptimo arte, por ello decidí licenciarme en Comunicación Audiovisual, pero después amplié mis miras también hacía la pequeña pantalla en la que devoro, bebo y me alimento de series y cine. Mi vida podría resumirse en un guión de Aaron Sorkin dirigido por David Fincher o Michael Haneke.

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